Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.
2 Reyes 5:13-14 RVR1960
DIOS OBRA DISCRETAMENTE
El gran oficial del ejército sirio, Naamán, quedó leproso. Por medio de una jovencita perteneciente a Israel, recibió el consejo de visitar al profeta Eliseo para que el varón de Dios orara y Naamán quedara sano de su enfermedad. En su imaginación Naamán pensó que Eliseo haría algo teatral, alguna extraña invocación, pero lo que le dijo Eliseo fue algo sencillo: lávate siete veces en el río Jordán y quedarás sano. Esto ofendió al sirio, ¿acaso no hay ríos mejores en mi país?, pensó este.
2. No todos los dioses son iguales, ¡ni siquiera hay dioses en cada país!, sólo existe un único Dios, Quien tiene todo el poder y nadie hay semejante a Él. Naamán comenzó un viaje de fe que pasaba por limpiarse de las mentiras que la religión le había inoculado. Para muchos la religión es una cuestión nacionalista, de identidad con su tierra. Dios le iba a mostrar a Naamán que no era así, y que sí, Dios había hablado a Abraham, habría librado a Jacob, y de Israel saldría luz a todas las naciones de la tierra.
3. La religión enseña que puedes pedirle a Dios cómo tiene que salvarte, no puedes aconsejar a Dios cómo hacer las cosas, Él es Dios, Él sabe, no hay consejo, ni sabiduría fuera de Él. Naamán había imaginado cómo Dios debía obrar, pero al no obrar así quedó decepcionado. Muchos se decepcionan con Dios porque Dios no es como imaginan, pero lo que no saben es que Dios, por ser Dios, es mucho más de lo que imaginamos.
4. Para Dios no hay nada difícil. No necesita, como los estafadores, o los magos, de trucos teatrales. La mayoría de las veces Dios obra por medios discretos, casualidades aparentes, situaciones cotidianas, pero es Dios Quien está obrando. Nosotros queremos ver cosas prodigiosas, Dios se disfraza para intervenir, usando las cosas que conocemos, para revelarse a nosotros. Él está mucho más cerca de lo que imaginamos.