El único que tiene autoridad

 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven.

Romanos 14:9 RVR1960

EL ÚNICO QUE TIENE AUTORIDAD

El mundo espiritual caído se rebela ante la idea de Dios, aborrecen que Dios sea el fin y la medida de todo, que tenga preeminencia, autoridad, soberanía, que sea adorado y amado. De la misma manera el incrédulo aborrece la idea de Dios, no desea reconocer otro dios fuera de él mismo. Lo que ignoran estos es que Dios es, en un sentido absoluto y perfecto, excelente, sólo Él es amor, y sólo es el Santo de una manera perfecta y en grado máximo. Nadie merece ocupar el lugar de Dios porque nos separa un abismo de Él.

2. Nosotros, los seres humanos, sólo tenemos valor en relación a Dios, hemos sido creado dependientes de Él y nuestra existencia cobra sentido en la medida en la que Dios es el centro de nuestro ser. Desconectados de Dios no sólo vagamos sin rumbo ni propósito, sino que nos deterioramos moral y espiritualmente. La grandeza del ser humano es un espejo que refleja la gloria de Dios en cuanto criaturas que cumplen el diseño original y conectan con su Creador.

3. De la misma manera el mundo angelical tiene propósito en la medida que sirven a Dios, le adoran y obedecen sus órdenes. La belleza y gloria del mundo angelical es un espejo de la gloria de Dios.

4. A diferencia del mundo angelical los seres humanos caídos, imperfectos y deteriorados por el pecado, somos objeto de la redención que Cristo Jesús cumplió. El milagro del nuevo nacimiento y la obra de la regeneración son eficaces en aquellos que creen en el Salvador provisto por Dios. Esta obra de salvación glorifica a Dios y nos restaura más allá de nuestra grandeza del Edén, ya que nos constituye hijos de Dios. 

5. El propósito de la salvación es que Cristo Jesús tenga la plena autoridad sobre sus redimidos. En la antigua Roma la palabra “auctoritas” es la autoridad que deriva del saber y de la capacidad moral que capacita plenamente para tomar decisiones. Jesús tiene la auctoritas porque nadie en toda la creación material tiene el derecho de reinar plenamente sobre todas las cosas. Como dice Apocalipsis “digno es el Cordero” (Apocalipsis 5:12).

6. Nuestra salvación es real en la medida que cada área de nuestra vida está rendida a la autoridad del Cordero de Dios, Jesuscristo. Cualquiera que afirma ser salvo pero viven en rebeldía consentida y con una conciencia tranquila no ha sido rescatado de nada, y su salvación es pura palabrería. El hijo de Dios, de este lado de la eternidad vive en la tensión del “ahora sí, pero todavía no” ya que su naturaleza caída sigue presente y lucha contra la nueva naturaleza, por eso vive vigilante y acude con frecuencia al Sumo Sacerdote de su fe y a la cruz donde encuentra el perdón y el poder para seguir andando en santidad. 

7. Oremos que el Señor nos de una conciencia sensible a nuestro pecado y luz para detectar aquellas áreas de nuestra vida que no se hayan sometidas al reinado del Hijo de Dios, invoquemos a Aquel que murió en la cruz y resucitó para reine en nuestras vidas y podamos disfrutar la redención ganada. Y confiemos en el día de nuestra plena liberación, cuando nuestros cuerpos resuciten, libres del pecado y la corrupción.