lunes, agosto 14, 2023

La insolencia de desobedecer a Dios

 Y tomó Jeremías otro rollo y lo dio a Baruc hijo de Nerías escriba; y escribió en él de boca de Jeremías todas las palabras del libro que quemó en el fuego Joacim rey de Judá; y aun fueron añadidas sobre ellas muchas otras palabras semejantes.

Jeremías 36:32 RVR1960


LA INSOLENCIA DE DESOBEDECER A DIOS


El capítulo 36 del libro de Jeremías nos narra el drama moral y espiritual de la nación de Judá. Al principio del capítulo el profeta Jeremías escribe por mano de Baruc una serie de advertencias proféticas que vienen de Dios, este escrito lo llevan ante Joacim, rey de Judá para que lo lea, y el rey al leerlo lo rasga con un cortaplumas de escriba y lo echa al fuego, a pesar de que algunos de los siervos del rey le piden que no lo haga.

2. ¿Cuál era el contenido de la profecía que el rey quemó? era un llamado al arrepentimiento, la nación se había vuelto a la maldad y a la idolatría, esta maldad afectaba desde el rey al último siervo, y curiosamente, la nación era muy religiosa, pensando que con los sacrificios y ritos Dios no vería su injusticia.

3. Joacim no sólo desobedeció la Palabra de Dios, ¡la despreció! aquel rollo (que era el formato físico del escrito) advertía de los juicios de Dios como consecuencia de la conducta. No sólo era espanto por el juicio de Dios, era odio a la voluntad de Dios, y un profundo desprecio. No fue la única advertencia, todo el fascinante libro de Jeremías son continuas advertencias de Dios, repetidas profecías públicas avisando de lo que Dios les haría si no se arrepentían.

4. ¿Y nosotros, despreciamos la Palabra de Dios? podemos seguir los pasos de la locura de Joacim si ignoramos la Palabra de Dios. El simple hecho de no leerla, de no esforzarnos por conocer el consejo de Dios revelado en los 66 libros de la Biblia es desobediencia, y es insolencia. Tan malvado es el que desobedece como el que da la espalda a Dios para no oírle. Una Biblia cerrada es un corazón cerrado a la Palabra de Dios. Lo segundo es: habiendo oído los juicios de Dios seguir con nuestra conducta. No hace falta que rasguemos en pedazos la Biblia, o que la lancemos al fuego. Si un rey nos da una orden y nosotros hacemos justo lo contrario, ¿no sufriremos las consecuencias? “Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.” 1 Samuel 15:23

5. No pretendamos agradar a Dios con la fuerza de nuestra naturaleza, o con el poder de nuestra voluntad. La Palabra de Dios nos enseña que nuestra desobediencia sale de nuestro interior, y que nuestra naturaleza está corrompida. El versículo 7 muestra cual hubiera sido la actitud adecuada: orar pidiendo el cambio: “Quizá llegue la oración de ellos a la presencia del Señor, y se vuelva cada uno de su mal camino; porque grande es el furor y la ira que ha expresado el Señor contra este pueblo” RV2020

6. A este lado de la cruz nosotros podemos hacer algo más orando por misericordia, podemos orar invocando a Aquel que sufrió el castigo de Dios por nuestros pecados, para que podamos heredar la bendición de Dios. No somos mejores que Judá, ni somos mejores que Joacim, pero tenemos un Salvador que sufrió para aplacar la Ira de Dios. Hagamos del arrepentimiento la consecuencia de estar expuestos a la Palabra de Dios, de saber cual es la perspectiva de Dios. Seamos humildes ante Su Palabra y acerquémonos por medio de Jesús, seguros de que nuestra paz viene de Él.


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