En el libro "¡Por fin es lunes!" de Mark Greene explica de forma brillante cual es la ética y motivación cristiana del trabajo, no trabajamos para descansar, sino que descansamos para hacer un mejor trabajo, y en todo honrar a Dios.
Mis vacaciones tocan a su fin, escribo esto en la habitación de un hotel en Ciudad Real, donde mi esposa y yo hemos hecho una parada en nuestra vuelta a Madrid (y de paso para hacer el viaje más llevadero al hacerlo en dos partes).
Ha sido un mes muy intenso, la primera quincena estuvimos viendo a dos de mis hermanos en Inglaterra, y a mi nueva sobrina, luego aprovechamos para hacer algo de turismo y nos fuimos a la ciudad de Cardiff en el país de Gales.
Y de Gales con su máxima de 18 grados volvimos a Madrid, a sufrir la impresionante ola de calor que abrigaba a España. Paramos en Córdoba (también para hacer más llevadera la ida) y la siguiente parada fué Chipiona, allí nos encontramos con una parte de mi familia, de allí fuimos a Sevilla, donde estuve con los padres y hermanos de mi mujer, y de paso estuvimos en mi iglesia de Sevilla, donde prediqué en la reunión y me alegró volver a ver a mis hermanos.
Y de Sevilla pasamos a Granada, donde estuvimos con mi madre, mi hermano Jorge, su esposa y mi sobrino. El jueves estuve en la que también es mi iglesia en Granada, y me alegré muchísimo de ver a los hermanos, a quienes no veía desde hace tiempo, con ellos volví a compartir sobre el Reino de Dios.
Y ya estamos de vuelta a casa. Estas son algunas de las reflexiones que me hago cuando miro atrás:
Durante este mes hemos "vivido" de lo que sale de nuestras maletas, ha sido un poco caótico, pero en poco tiempo te das cuenta de lo fácil que es vivir con pocas cosas, y que no hace falta tanto para vivir. Nuestro paso por este mundo es pasajero, y sin duda nada de lo que aquí hemos acumulado nos llevaremos al otro lado.
También he pensado en la vida del Señor Jesús, Quien siempre estaba rodeado de personas, atendía compromisos, tenía personas que querían verle y hablar con Él.... y a pesar de su apretada agenda siempre tenía tiempo para su relación con su Padre. Mientras que yo a duras penas he sacado tiempo para leer mi Biblia y orar... una de las cosas por las que estoy deseando volver a casa es para disfrutar de la normalidad. Y esa es la lección, no hace falta "normalidad" para buscar al Señor, sin embargo somos tan vulnerables a las pertubaciones en nuestra agenda.... que todo nos afecta espiritualmente.
Una lección positiva es que el descanso (al menos a nivel de actividades) me ha hecho bien, vuelvo a retomar actividades con gran entusiasmo. Ya están llamando a la puerta el encuentro de Reacciona Madrid en Septiembre, el retiro de iglesia a primeros de Octubre, una oportunidad de colaborar con cierto operador de telefonía en el mantenimiento de su red social, asuntos de iglesia que siguen pendientes, la vuelta al trabajo, a la comunidad de vecinos (de la que sigo siendo presidente), a mi estudio bíblico con los jóvenes, mi célula, las predicaciones....
Aunque parezca mentira estoy deseando volver al trabajo, y muchísimo más deseando volver a mi iglesia local. El descanso ha hecho su efecto, y el curso me llena de ilusión, pero por encima de mis proyectos personales, pongo todo en manos de mi Señor, Quien gobierna todo y dispone de ello mucho mejor que yo.