Dios es una familia

 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 

(Efe 3:14-15)

DIOS ES UNA FAMILIA

Este es un texto muy misterioso, se nos dice que hay familia en los cielos y en la tierra. Que en la tierra estamos organizados por familias es algo que sabemos bien, todo individuo nace en una familia, eso le da sentido de pertenencia, una historia personal, y fuertes lazos de apego. Que alguien haya sido abandonado por sus padres, o los haya perdido en una tragedia, nos parece algo muy triste, y lo es.

2. Hay familia en los cielos. Sabemos que los ángeles, creados con anterioridad a los seres humanos, que la Biblia les llama “hijos de Dios” en el libro de Job 1:6. Lo cual es un indicio de que los ángeles están organizados por familias, siendo el mundo angelical aún más extenso y variado que el mundo de los humanos, con sus razas y países. Este mundo angelical tiene a Dios como Creador y Padre de sus espíritus. 

3. Que Dios es una familia. Siendo el Padre, que nos dio la vida, el Hijo, que perdió su vida, y el Espíritu Santo, que produce vida en nosotros. Dando gloria unos a otros, y amándose unos a otros. Que Dios sea una familia es un misterio, pero también es la evidencia de que Dios es amor, porque si Dios no fuera plural en su tri-unidad ¿cómo podría ser Dios amor?

4. Que la familia es la esencia de la creación y es un reflejo de Dios como creador. En el principio Dios creó al hombre y a la mujer, la unidad de la sociedad humana, el germen de la familia, siendo Dios, el Creador, junto a Adán y Eva, sus criaturas y virreyes en la tierra. La familia humana es un reflejo del Dios familiar. Cuidar, amar la familia, honrar a los padres, educar a los hijos, amar a la esposa, respetar al esposo, es honrar a Dios, Quien creó la familia. 

5. Que la Iglesia es la nueva familia de la fe, y que es eterna por cuanto Cristo le ha dado vida eterna. En la nueva familia de la fe, Dios es nuestro Padre, el Hijo nuestro hermano mayor, y el Espíritu Santo nuestro es Dios en nosotros, el sello de nuestra salvación. En la familia de la fe, todos somos huérfanos adoptados y naturalizados por el Espíritu de adopción (Rom 8:15), todos tenemos Padre, casa, y banquete. La familia de la fe es amor continuo en una humanidad renovada. Es además, una familia eterna, inmortal, porque es la reunión de los hijos de Dios resucitador inmortales por el Hijo que dio su vida por ellos. Y es, además, para la gloria de Dios, un testimonio del amor de Dios y de la gloria del Padre en Cristo Jesús.