Los valiosos recursos que tenemos hoy en día los cristianos

Aunque la condición espiritual de las iglesias (de acuerdo a lo profetizado en la Biblia) es baja, en Occidente y en buena parte del mundo tenemos más recursos que cualquiera de los cristianos que han vivido hasta ahora. Y esto debiera ser algo que nos haga reflexionar.

En los siglos pasados un cristiano como Bunyan podía tener su Biblia y algún libro piadoso, poco más, además de los dones en las distintas iglesias. Hoy, un cristiano en España (y en otros países) no sólo tiene acceso a libros cristianos, predicadores, congresos, etc... sino a Internet, y dentro de la red una cantidad inmensa de libros, artículos, vídeos, mensajes en audio, Biblias de referencias en distintas versiones, manuales bíblicos, Atlas bíblicos, comentarios, libros de vida cristiana, libros clásicos cristianos.... todo lo que uno quiera, y gratis, tan sólo por el precio de una conexión, cosa que prácticamente todo el mundo tiene, incluso familias de clase media baja.

Llevo pensando en eso desde la semana pasada, cuando hablaba con un hermano sobre cierto predicador. En otro tiempo hubieran pasado meses antes de poder conseguir un casette de algún maestro cristiano, y eso si finalmente tenía la posibilidad. Ahora lo tengo al llegar a casa.

He estado un buen rato en la web de Sermon Audio descargando decenas de mensajes de buenos maestros cristianos (como John Piper y otros) y la verdad que estoy disfrutando mucho y dando gracias a Dios. En una cultura con tanto tiempo libre (es una especie de paradoja, muchos dicen que no tienen tiempo de nada, pero siguen varias series de TV, deportes, programas, etc...) lo cierto es que tenemos más tiempo libre, y ese tiempo libre podemos invertirlo de muchas maneras. Para mí los chismes electrónicos son algo muy interesante, el tiempo de planchar, por ejemplo, puede ser un tiempo de oír buenos mensajes, no sólo se hace más llevadero la tediosa plancha, sino ¡que sales renovado!. Si además quieres mejorar tu inglés los recursos son cuantiosos.

Estoy seguro que uno de estos días, cuando estemos en el Cielo y nos encontremos con Juan Bunyan (u otros) puede que nos digan algo como: "¿Viviste en el siglo XXI?, ¡increible!, me imagino que estarías todo el día disfrutando de buenos mensajes y aprendiendo mucho de la Palabra, ¿verdad?, ¿eh?".