Tiempos de persecución

No me refiero a una posición profética (pre, post, a, meso, etc...) sino a una realidad que está afectando nuestras vidas.
Hace un par de años escuché a David Burt hablar acerca de los cambios que están habiendo en Europa, el auge del Islam, las legislaciones permisivas e incluso a favor de la homosexualidad, el relativismo moral, materialismo, y una mentalidad general cada vez más opuesto al cristianismo.
¿Parece alarmante?, lo es, pero nos quedamos cortos. La Iglesia de Jesucristo está entrando en un territorio tremendamente hostil (¿y cuando dejó el mundo de ser hostil?). Durante siglos la influencia cristiana en Occidente ha sido notable, lo que está cambiando es que esta influencia está desapareciendo.

Por un lado el Islam es la religión de más rápido crecimiento en Europa, se construyen más mezquitas que iglesias. Curiosamente, la mentalidad actual es tolerante con cualquier forma de pensamiento, por aberrante que sea, excepto el cristianismo (estas son palabras del Dr. César Vidal). El partido pedófilo ya no tiene temor de salir a la calle para reclamar sexo con niños. Los homosexuales son admirados. El divorcio que destruye familias está en auge. Todo está permitido, incluso el Islam más fanático, pero eso sí, el cristianismo no.
No nos engañemos, el propósito del Islam más radical es dominar el mundo (¿nunca vísteis la foto "Islam will dominate de world"?). Los Gobiernos dan generosamente millones de Euros al Islam, pensando que lo pondrán de su lado, pero eso es un error, el Islam sabe lo que quiere y sabe dónde están sus amigos. (Desde aquí mis respetos y reconocimiento al Islam moderado y apartado de la violencia).

Por otro lado la crisis de la verdad. Deberíamos leer los libros de Os Guiness, son tremendamente críticos con esta vieja actitud occidental de "todas las religiones tienen su parte de verdad", y "sólo somos tolerantes con lo que piensan como nosotros". Hoy en día se aborrecen las convicciones profundas.
Esta semana uno de mis compañeros de ministerio me decía que había leído en el diario el País esta frase "tener ideas está bien, tener convicciones es ser un fundamentalista". Por favor, analizad la frase, porque se las trae. El mundo de hoy en día no quiere convicciones, ¿entonces cómo podrá sostenerse?, este mundo repudia un cristianismo que dice "sólo hay un camino de salvación y sólo una verdad, que es Cristo, la Palabra encarnada".

Aún no hemos visto el odio de este mundo hacia el cristiano que se ha alineado de parte del Reino de Dios y que denuncia los errores de este mundo con amor y convicción.
Ya hemos visto una juez cesada por negarse a casar a homosexuales por motivos de conciencia, y se prepara una ley que limite la objeción de conciencia. Estamos viendo que en los libros de texto se están metiendo ideas filosóficas y conceptos anticristianos (esto no es nuevo, que se lo digan a los que estudiaron en países del eje soviético). Estamos viendo violencia en las aulas, porque hay padres que dejaron la educación de sus hijos, tiraron la toalla, y han criado monstruos. Esos monstruos que gobernarán el país, que conducirán sus coches en nuestras carreteras, y que darán empujones en el supermercado porque los educaron para ser el centro del mundo y para no aceptar un no por respuesta.

El último libro que leí de Donald Carson (creo que era "Cuestiones básicas") comenta la misma idea que está flotando en el ambiente. Persecución. Lo cual no debería molestarnos, en cambio sí que nos debería preocupar "¿está la iglesia espiritualmente preparada, o ha sido adormecida por las riquezas de este mundo?".