Acerca de las campañas evangelísticas

Ayer visité uno de los actos evangelísticos que los hermanos están teniendo en Azuqueca. Es genial ver lo bien programado que lo tienen todo, una de las cosas que han hecho es sacar las mesas de ping-pong a la calle, hacer palomitas e invitar a los jóvenes a echar una partida, el éxito ha sido total. Además de eso están teniendo más actividades, mimo, títeres, música...

Si nunca has participado en una campaña evangelística no te lo pienses dos veces, apúntate, es una experiencia muy intensa, de trabajo, compañerismo cristiano, discipulado, testificar, estudiar la Biblia, orar, ayudar a los vecinos... Lo decimos cada vez que volvemos de una campaña, físicamente vuelves extenuado, pero espiritualmente vuelves renovado.

En mi lectura de la Biblia estoy volviendo a atravesar los evangelios, en concreto voy por el de Marcos, mientras voy leyendo la vida de Jesús me doy cuenta que Él vivía en plena "campaña", lo que llamamos su vida "pública" (aproximadamente desde los treinta años) fué, desde mi punto de vista, un discipulado a través de una "campaña".

La primera vez que me incorporé a una de las campañas que un grupo de iglesias desarrollaban (en concreto la de Zaragoza), un hermano me explicó que el propósito de estas campañas, no sólo evangelizar, sino discipular y capacitar a los jóvenes cristianos. Y en ese sentido el éxito no puede ser mayor, las experiencias cristianas vividas en una campaña (y me refiero a una campaña en la que sales de casa y vives en "comunidad") son tan intensas que te marcarán positivamente.

Ahora que en vacaciones tenemos tantas posibilidades de salir de casa, hacer turismo, visitar países, os propongo que consideréis colaborar en alguna de las muchas campañas que se están llevando a cabo. Ah, y si las circunstancias no os lo permiten, podríais orar las campañas que se están llevando a cabo, por ejemplo, la de Azuqueca. Ellos están en la "primera línea de combate" y realmente necesitan nuestras oraciones.