Muchos creyentes están siendo atraidos por la riqueza de las raices judías de su fe. Lo cierto es que tradicionalmente, en el entorno cristiano se ha despreciado a los judíos hasta el punto de cortar con las raices judías de nuestra fe. Cuando uno se asoma a la vasta expansión del mundo del Antiguo Testamento, a la cultura hebrea, a la profundidad del culto levítico, no sólo es afirmado en su fe en Jesucristo, sino que su comprensión del Nuevo Pacto que cada Domingo celebramos en el partimiento del pan se expande.
No obstante está el otro extremo y es el de los judaizantes que captan a las personas sedientas de la verdad (y hambrientas porque en sus iglesias no se está predicando la Palabra, sino que se está entreteniendo con fábulas y experiencias) y caen en aquello de lo que el Señor Jesús nos redimió "la maldición de la ley" (Gal 3.13) la ley es buena y santa, si uno la usa correctamente. Sin embargo algunos están queriendo poner sobre los hermanos cargas que los padres no fueron capaz de soportar, quieren que nos sometamos a los 613 mandamientos de la Ley.
No todas las comunidades mesiánicas son iguales. Pero el peligro del legalismo está ahí, si la ley fué nuestro ayo para llevarnos a Cristo, ¿a qué volver a la ley?, si somos hijos de la libre y no de la esclava, ¿por qué estar sujetos al yugo de esclavitud?. Seamos sabios en estos tiempos de abundante engaño y de personas que yerran falsificando la Palabra de Dios, ya se enfrentó Pablo con ellos antes, y él, era judío.
Algunas referencias interesantes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Juda%C3%ADsmo_mesi%C3%A1nico
http://www.cmy.on.ca/mesianico.htm
3 comentarios:
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la libertad que nos da cristo es para poder serle fiel en todo, y esto incluye fundamentalmente sus mandamientos. la ley es espiritual, dada por Dios para glorificarle a el. El hombe se inclina al mal aun desando buscar lo bueno. es esta naturaleza la transforma la libertad en libertinaje y la ley en legalismo. La Tora en si misma nunca es legalista; el hombre si lo es, siempre que se aparta de Dios confiando en su propia prudencia
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