Sed de realidad

Llevo mucho tiempo dándole vueltas al asunto del evangelismo. Este Sábado pasado salimos un pequeño grupo de la iglesia a testificar por la calle, dando folletos e intentando iniciar conversaciones con los vecinos. La experiencia fué frustrante, nadie nos aceptó ningún folleto, hubo un señor que incluso nos increpó, otra señora retrocedió asustada. Esta es la España posmoderna, desconfía de los que se acercan amablemente dándote un folleto, y por supuesto, entrar en un portal para intentar predicar casa por casa es casi imposible, ya nos han hechado, a veces de malas maneras.

Debemos cambiar el modelo de evangelismo, de aquel que está basado en un mundo moderno al del mundo posmoderno. Las personas de hoy en día tienen varias necesidades:

1) Amistad y relaciones humanas significativas. Hay muchas personas que se relacionan pero no tienen un amigo de verdad.
2) Un modelo, un ejemplo, un maestro espiritual. Necesitan ver la evidencia de una vida transformada por el amor de Jesucristo, de comunión con Dios diaria, de sabiduría práctica aplicada a la vida corriente.

Para ello propongo:

1) Cortar con tradiciones humanas que NO funcionan. Hermanos, si el culto de evangelismo del Domingo a las 19.00 no tiene asistencia ni acuden no creyenten, cortad con él.
2) Ser auténticos, enfocarnos más en el permanecer en Cristo que en el hacer.
3) Cortar con el activismo que nos impide tener relaciones con amigos de fuera de la iglesia.
4) No tener miedo, la Palabra de Dios nos da un amplio margen para innovar, ser creativos, aventurarnos, el Señor Jesús predicó desde una barca, Pablo predicó y discipuló en casas particulares, Wesley y sus amigos predicaban al aire libre, ¡seamos creativos!.