Ayer día 23 fué mi cumpleaños, y la verdad es que disfrute como un niño. Vinieron mis cuñados, y a ellos se le añadieron unos excelentes amigos y hermanos que venían de un viaje a Argentina y que había perdido la posibilidad de enlazar con un vuelo a su casa en el sur de España, este matrimonio de amigos nuestros supuso una visita inesperada y recibida con alegría, uno de ellos fué quien me bautizó y quien me casó (de broma decimos que será quien me entierre, más que nada por hacer el servicio completo).
No hubo tarta sino algo mejor, ¡unas natillas de dos sabores con sus velitas!, y bastantes regalos, el comentario del AT de W. McDonald, dos novelas de ciencia ficción "Guía del autoestopista galáctico" y su segunda parte, un radio despertador, y un montón de cartuchos de tinta para mi exigente impresora. Doy gracias a Dios, no sólo por cumplir 34 años, sino por tener conmigo a la mi esposa y a tan excelentes amigos (también por amigos ausentes y familiares).
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