Llegaron las navidades, y con ellas un montón de regalos. Los que me conocéis sabéis que soy bastante aficionado a la tecnología (de hecho dejé de escribir comentarios tecnológicos en este blog, después de que un querido hermano me dijera "Julio, me encanta tu blog, lo único que sólo entiendo el 20 % de lo que dices", se refería a mis comentarios sobre internet, computadores, etc...). Ha habido un par de regalillos en ese sentido, el resto...... han sido libros.
Cuando nos mudamos de casa, los señores que vinieron a hacer el traslado casi se mueren al ver nuestra habitación que usamos como estudio, fue, con todo, la habitación a la que más tiempo dedicaron, sacaron cajas y cajas de libros, parecía que nunca se acababa. Cuando nos casamos, mi esposa y yo aportamos nuestras bibliotecas al peculio matrimonial, y desde entonces (son 7 años casados) hemos comprado muchos más libros (y los hemos leido, eh....).
Yo soy un lector rápido, puedo leer dos o tres libros a la semana, gracias a que paso muchísimo tiempo en el metro (prácticamente 3 horas al día), mi esposa es una lectora constante, imparable, con capacidad para leer el cualquier momento, en cualquier sitio. Cuando encuentra un libro que le apasiona, sólo necesita algo de luz y un sitio cómodo y calentito. Me recuerda a un aforismo de Erasmo "el dinero que tengo lo empleo en libros, y si sobra algo, lo gasto en comida y otras cosas innecesarias". Muchas veces ella me dice: "¿cómo puede haber gente a la que no le guste leer?", sencillamente, no lo entiende. Una vez leimos con gran sorpresa una noticia sobre la esposa de David Beckham (ya sabéis, el jugador del Real Madrid) su esposa Victoria, declaró: "es falsa esa noticia de que nunca he leido un libro, he empezado muchos libros, lo que pasa es que no he terminado ninguno".
Mis lecturas son de lo más variado, por supuesto, leo libros cristianos (teología, comentarios, vida cristiana, ensayos), pero también leo narrativa (bastante) con una afición a la ciencia ficción, la novela histórica, y los ensayos y algunos buenos libros de historia (me interesa lo relativo a las guerras mundiales, los sistemas totalitarios), y en cuanto a lo que es ensayo en sí, me interesan temas de sociología, sobre todo lo relacionado con los cambios actuales en el mundo, el impacto de la tecnología, el mundo de los derechos de autor, internet, etc...
Mi esposa y yo nos entregamos nuestros regalos en fin de año, y la verdad, somos fáciles de regalar: libros. Ella me ha regalado un total de 4 libros, K-Pax (el libro que dió origen a la película), la cuarta parte de la serie "Guía del autoestopista galáctico", una novela de Brian W. Aldiss y otro más (que ahora no recuerdo el título). Con estos, los eternos viajes en metro se me hacen más que cortos, de hecho, cuando llego a mi estación pienso "¿ya hemos llegado?, vaya....".
Como cristiano, creo que nuestra curiosidad y afán de saber más debe ser notable, por desgracia perdemos el tiempo en muchos entretenimientos vacíos, creo que hay entretenimientos no sólo buenos, sino edificantes, busquemos buenos libros y disfrutemos... creciendo.
Diario personal de Julio Martínez, autor de la página estudios-biblicos.org, así como del podcast Jesús en internet.
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2 comentarios:
Lo felicito por su afición y disciplina a la lectura. Yo tengo el mismo problema que Victoria la mujer del deportista de referencia; siempre comienzo libros, o los leo muy parcialmente por razones de estudio, ya que imparto clases. Pero no concluyo ninguno. Aún cuando preparo clases, siempre busco algo que hacer que permanecer sentada, o "pasiva"...
Qué consejo me daría? ya que entre mis alumnos, tengo chicos con el mismo problema. Y vaya que aquí si parece como lo que las Escrituras refieren como un ciego guiando a otro... Gracias y Feliz Año!
Mi (pobre) consejo es: lea acerca de un tema que le interese muchísimo, o una novela que realmente le apasione, entonces no tendrá que preocuparse por esforzarse para leer.
Que Dios le bendiga y feliz año!!!
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