jueves, noviembre 02, 2023

Destrucción




“Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y de Sidón; pero ellos vinieron de acuerdo ante él, y sobornado Blasto, que era camarero mayor del rey, pedían paz, porque su territorio era abastecido por el del rey. Y un día señalado, Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó. Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos. Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba”.

Hechos 12:20‭-‬25 RVR1960


Cuando el rey Herodes, perseguidor de la iglesia, se sentó vestido con sus llamativas ropas reales, dejando que le dieran gloria como si fuera Dios mismo. Herodes I el grande fue un hombre cruel, paranoico, sanguinario, vengativo y tremendamente atormentado. El historiados judío Flavio Josefo cuenta de su enfermedad, que le llevó a gastarse una fortuna en médicos, a sufrir todo tipo de tratamientos, e incluso a intentar apuñalarse a sí mismo para acabar con su tormento. 

2.  La Biblia cuenta de Nabucodonosor, quien cuando no dio gloria a Dios, sino que se dio gloria a sí mismo, fue castigado por Dios, perdiendo la razón y volviéndose como un animal. La enseñanza de la Biblia es clara, cuando el ser humano se envanece, y se cree un dios, entonces es derribado, porque “Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu” Prov 16:18. En esta época de auto afirmación, de vanidad, ¿procuramos darle la gloria a Dios en todas las cosas? ¿nos ponemos en lugar de Dios buscando robar la admiración y el aplauso que sólo Él se merece? todo hombre de Dios es humilde y no busca otra cosa que reconocer a Dios y darle a Él el protagonismo que se merece. 

3. Nuestro Señor Jesucristo, hombre perfecto, y ejemplo de creyente sometido a Dios, se humilló haciéndose siervo de todos nosotros. En todo momento se sujetó también a Su Padre, haciendo Su voluntad, es por eso que Él es el modelo para todos los creyentes en Dios. Busquemos agradar a Dios con nuestra vida, reconocerle en nuestras decisiones, y alejarnos de la fama y la gloria, que vuelven locos a los reyes y los hacen caer en desgracia. Confiemos en Aquel que dejando el trono de Gloria se hizo hombre para nuestra salvación, y que es mediador perfecto con el Padre, es por Él que tenemos la vida, y es por su vida que podemos aprender qué es ser creyente en Dios. 

4. El ejemplo de Herodes está puesto para advertirnos y evitar una de las mayores caídas que hay. Hombres poderosos no han sabido ceder a la adulación de otros y han perdido la razón, atrayendo sobre sí mismos el castigo de Dios por blasfemos. Existe un tipo de locura que se apodera de los grandes, y es cuando piensan que nada de lo que tienen les ha sido dado, en el momento que quitan la mirada de Dios y la ponen en sí mismos se colocan en deslizaderos de muerte y se han convertido en una diana de la Ira de Dios. Contra este mal la única solución es humillarse ante Dios y reconocerle en todos nuestros caminos.


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