viernes, junio 09, 2023

El sufrimiento

 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.

Santiago 5:11 RVR1960



EL SUFRIMIENTO


El sufrimiento en todas sus formas es en sí una prueba de fe, ataca nuestra confianza en Dios, nos susurra mentiras, cuestiona el amor de Dios hacia nosotros, y en última instancia busca que nos alejemos de Dios. ¿Sobrevivirá nuestra fe a las pruebas? ¿dejaremos de perseverar en los caminos del Señor?

2. Nuestro texto nos habla del ejemplo de Job, a quien la Escritura presenta como un hombre de Dios, no sólo su reputación era ejemplar, sino que su fe era ejemplar. El sufrimiento sigue siendo un misterio para nosotros, ya que no sólo ignoramos muchas cosas de nuestro mundo, ¡cuanto más podemos saber cómo Dios gobierna todas las cosas!, pero sí podemos saber el fin del sufrimiento de Job, de cómo él fue transformado, llegando a conocer a Dios de forma más clara, y viendo la autoridad de Dios, Su poder, y su misericordia. La lección de Job es una lección de fe bajo la tormenta, y el mensaje es: perseveremos, seamos resistentes, fortalezcámonos en nuestra fe en el Dios que es soberano.

3. El siguiente ejemplo de sufrimiento es nuestro bendito Señor, un “varón experimentado en el quebranto”, el Señor Jesús conoció el sufrimiento en todas sus formas, hubo en el padecimiento de Jesús niveles de intensidad que ningún ser humano jamás ha experimentado. Él no sólo sufrió hambre, tristeza o persecución, Él experimento la Ira de Dios contra el pecado, y la experimentó en su justa persona. Dios lo hizo maldición para que nosotros podamos ser amados y recibidos por Dios. Su sufrimiento glorificó al Padre, trajo las bendiciones de Abraham profetizadas a toda la tierra, y cumplió la justicia de Dios por nosotros. 

4. ¿Cómo enfrentamos nosotros el sufrimiento? la respuesta es: miremos a Dios, a Aquel que es “muy misericordioso y compasivo”. Confiemos en Él, y por último: perseveremos bajo el fuego, siguiendo el ejemplo de Job y de Jesús. Las actitudes de estos eran de confianza en Dios, de perseverancia en la fe, aferrándose a Dios con más fuerza cuando las circunstancias eran más difíciles, y gozándose en su futura liberación. 

5. Desde este lado de la cruz sabemos que tenemos un sumo sacerdote, Jesús, que puede compadecerse de nosotros, interceder por nosotros, y fortalecernos con Su Gracia. Encomendémonos a Él y busquemos en Él descanso de nuestras propias, fortaleza en nuestra debilidad, y consuelo de nuestras heridas. Él atravesó la Ira de Dios y la enemistad de los hombres para lograr una victoria, Él nos sostuvo en la cruz y nos llevó en su seno ante el Padre.


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