La búsqueda del amado

 ¿A dónde se ha ido tu amado, oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿A dónde se apartó tu amado, Y lo buscaremos contigo?

Cantares 6:1 RVR1960

BUSCAR AL AMADO

En el libro de Cantares el “amado” se aleja de la sunamita cuando ella queda dormida. La desolación de ella al perder de vista a su amado es total, así que se lanza en una búsqueda por encontrarle. Volver a estar con él es recuperar el gozo de la comunión amorosa, y disfrutar de su compañía.

1. ¿Cuántas veces hemos perdido la presencia de Dios por no prestar atención a los primeros síntomas de frialdad espiritual? un poco de pecado nos contamina por completo (Gal 5:9). ¿Valoramos la amistad con Dios y el disfrute de su presencia? ¿dejaremos de disfrutar de su compañía por el descuido espiritual?

2. Igual que el pecado aleja el disfrute de Dios en nosotros, el descuido también nos aleja de la comunión con Dios. El descuido es dejar de prestar atención a Aquel en cuya presencia vivimos. Descuidar a Dios es abandonar el esfuerzo intencional de contemplarle, abandonar la oración por nosotros mismos, y encontrar más disfrute en otras cosas que en Él. Deberíamos alejarnos del descuido de la misma manera que lo hacemos del pecado. 

3. Recordemos los días de gozo y comunión con Dios. Es mejor llorar y añorar cuando disfrutábamos de Dios, que endurecer nuestra alma y dejar de padecer la ausencia de Dios. Lo peor que le puede pasar a un creyente es perder la sensibilidad espiritual ante el pecado. Cuando deja de entristecerse por causa del pecado es cuando su situación es crítica. 

4. Busquemos a Dios de todo corazón. Desde la mañana nuestra primera responsabilidad espiritual es buscar a Dios, inclinarnos ante Él, abrir su Palabra, que Él nos hable y hablar con Él. Puede que sintamos frialdad y desgana, pero nuestra alma clama por las aguas espirituales. Busquemos a Dios durante el día, levantemos la mirada ante Él. Busquemos a Dios antes de ir a dormir, que nos llevemos al sueño la fragancia de Su presencia, y en nuestra mente las promesas de Su Palabra.