El sacerdote que necesitamos

 Él es la clase de sumo sacerdote que necesitamos, porque es santo y no tiene culpa ni mancha de pecado. Él ha sido apartado de los pecadores y se le ha dado el lugar de más alto honor en el cielo. A diferencia de los demás sumos sacerdotes, no tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día. Ellos los ofrecían primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo. Sin embargo, Jesús lo hizo una vez y para siempre cuando se ofreció a sí mismo como sacrificio por los pecados del pueblo.

Hebreos 7:26‭-‬27 NTV

EL SACERDOTE QUE NECESITAMOS

Jesús es nuestro sacerdote, es más, es el sacerdote que nos conviene. Parece que en momento en que se hizo pública esta carta algunos afirmaban que Jesús no podía ser sacerdote, y aquí se nos explica por qué Jesús es un sacerdote más excelente. Y lo es.

2. Jesús es perfectamente santo. No cometió pecado, no puede cometer pecado. Él puede ser mediador porque es hombre, y Dios, porque fue tentado en toda clase de tentación, pero no pecó, por eso es nuestra garantía de acceso al Padre. Por un lado puede compadecerse de nosotros, por otro tiene acceso al Padre. Sin duda este sacerdote ¡nos conviene!

3. Cristo hizo un sacrificio, en este sacrificio fue sacerdote y ofrenda, y este sacrificio de sí mismo tiene tal eficacia que sólo necesitó ser presentado una sola vez. 

4. Podemos concluir que nuestra mayor necesidad es acercarnos a Jesús. No tenemos por qué vivir culpables sabiendo que tenemos tan abundante perdón en Él, no tenemos que vivir como esclavos sabiendo que Él tiene poder para desatarnos de la esclavitud y hacernos libres. ¿Te acercas a tu sacerdote espiritual? ¿buscas cada día el perdón y la Gracia que Él nos ha traído?