viernes, marzo 24, 2023

La venida de jESÚS

 Un día, los fariseos le preguntaron a Jesús: —¿Cuándo vendrá el reino de Dios? Jesús contestó: —No pueden descubrir el reino de Dios por medio de señales visibles. Nunca podrán decir: “¡Aquí está!” o “¡Está por allí!”, porque el reino de Dios ya está entre ustedes. Entonces dijo a sus discípulos: «Se acerca el tiempo en que desearán ver el día que el Hijo del Hombre regrese, pero no lo verán. Algunos les dirán: “Miren, allí está el Hijo del Hombre” o “Aquí está”, pero no los sigan. Pues, así como el relámpago destella e ilumina el cielo de un extremo a otro, así será el día cuando venga el Hijo del Hombre. Pero primero el Hijo del Hombre tiene que sufrir terriblemente y ser rechazado por esta generación.

Lucas 17:20‭-‬25 NTV


¿Qué entendemos por “Reino de Dios”? lo que los discípulos entendían por reino no es lo mismo que Jesús. Si para ellos era simplemente la grandeza e independencia de Israel, para Jesús era algo que iba mucho más allá. 

Lo primero es que el reino era Él, porque el reino estaba entre ellos. Jesús es la naturaleza del Reino, no hay reino de Dios sin Él. Un reino es el carácter de su rey, un rey malvado tiene un reino miserable, pero un reino que tiene por rey al Hijo de Dios es un reino bienaventurado. El reino de Dios vino, estuvo entre nosotros y pudimos ver la sanidad, abundancia y gloria de este reino en la vida de Cristo Jesús. 

Lo segundo es que esperamos el Reino de Dios y la segunda venida de Jesús. Pero esta venida vendrá precedida por una espera en la que habrá falsos cristos. Cuando Jesús venga será un evento visible, como la manifestación de un relámpago. 

Sin embargo lo más importante es que antes de todo, Jesús tuvo que sufrir, siendo rechazado por su nación, castigado y condenado injustamente, azotado y llevado a la cruz. Este inmenso sacrificio físico se suma al sacrificio espiritual: Cristo fue separado del Padre, hecho maldición por nosotros. Su muerte fue el precio de nuestro perdón, de modo que no debemos obsesionarnos con el futuro, sino con el evento pasado que nos trajo paz con Dios. Dice Apocalipsis que para toda la eternidad Cristo es como un cordero inmolado, y es que la muerte de Cristo siempre será un evento central de la historia de salvación. ¿Es este evento un hecho central en tu vida? ¿tienes paz con Dios?

El reto para hoy es vivir a la sombra de la cruz, vivir en gratitud por el perdón ganado por Él, vivir en adoración y servicio al Dios que nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros.


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