Vive para ese día

 'Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.'

S. Marcos 13:35,37

VIVE PARA ESE DÍA

Nuestra fe en Jesucristo es una fe que vive en esperanza, nuestro Salvador vino a este mundo y se hizo hombre para llevar a cabo la victoria sobre el pecado y la muerte, tras ello volvió al Cielo y prometió que regresaría para reinar. Vivimos esperando, sea nuestro encuentro con Él, o su venida, ¡y esa esperanza es gozosa!

¿Cómo debería esta esperanza ayudarnos a vivir cada día? nuestro texto dice: “Velad”, nos llama a estar despiertos, atentos, vigilantes, a no dejarnos arrastrar por el olvido (de Dios), por la seducción (del pecado), por el engaño (de las riquezas), y a tener nuestra atención puesta en nuestro bendito Salvador. ¿Cómo dejamos de velar? cuando nuestra fe y nuestro entusiasmo en Dios se debilitan. Velar es levantarse temprano y buscar a Dios, leer y reflexionar en las Escrituras, es cuidar nuestra fe observando cualquier señal de debilidad, es buscar a Dios durante el día, dirigiendo quizás oraciones rápidas de afecto, y buscar momentos donde podamos reposar en Él.

Un día nuestro glorioso Salvador desciende del Cielo para resucitar a los muertos, hacer justicia, vindicar a su Iglesia, reinar sobre las naciones y nunca nos separaremos de Él. ¡Anhela ese día, vive para ese día, prepárate para ese día!