martes, enero 27, 2009

Reunionitis, ese mal a evitar

¿Cómo es posible que esté tan cansado y sólo es Martes?. El próximo Domingo tenemos la reunión de iglesia, por lo que este Domingo estuve reunido con los otros dos pastores de la iglesia para preparar esta reunión. Este tipo de encuentros con mis compañeros de ministerio son muy distendidos, trabajamos, sí, pero hay risas y lo pasamos bien. El Lunes pasado (ayer) estuve en una reunión con los ancianos de las iglesias de Madrid y Toledo, entre otras cosas dimos el informe de la última reunión de Reacciona Madrid (tengo que contaros más cosas de RM!, pero en otro momento). Y hoy Martes me he reunido en un Burguer King con unos hermanos de la iglesia para formar un "comité de evangelismo", con la idea de motivar, ayudar y organizar el evangelismo en la iglesia.

No son muchas las personas que amen las reuniones (las hay, y me parecen fenómenos de la naturaleza), y lo cierto es que hay muchas reuniones que son tediosas, ceremoniosas, aburridas ad nauseam. Pero gracias a Dios que no todas son así, muchas son necesarias (como el Concilio de Jerusalén, la primer "macro" reunión de líderes), de muchos de estos encuentros salen iniciativas que provienen del mismo trono de Dios.

Doy muchas gracias a Dios por los hermanos con los que estoy en contacto y con los que estoy sirviendo, también por mi iglesia y por el consejo de pastores, donde hay raíces profundas de amistad y comunión. Lo pasamos bien en las reuniones, hay quien pudiera decir que perdemos el tiempo en risas y cosas así, pero disfrutamos sirviendo, y lo hacemos en la presencia del Señor, conscientes de lo que hacemos y de a Quien servimos.

Siempre hay un extremo perjudicial, cuando estas reuniones son básicamente estériles, entonces no están al servicio de Dios, sino que son distracciones del enemigo para mantenernos ocupados en perder el tiempo. Ese tipo de reuniones son, por lo general aburridas, repetitivas, nada espirituales, ceremoniosas y exageradamente organizadas, infructuosas (no se llega a ningún punto, a ninguna decisión), todo el mundo quiere participar y a menudo se repiten las palabras que otros han dicho, también hay un torrente subterráneo de rencillas sin resolver, enemistades que duran años. Hay que huir de esas reuniones, porque entonces quedarás atrapado y esclavizado por una trampa temporal.

En cualquier caso si estás involucrado en cualquier área de servicio alguna reunión caerá, sé cuidadoso, evalúa la utilidad de las mismas, no llenes tu agenda con estas reuniones, ora antes, durante y después de la reunión.

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