martes, diciembre 12, 2023

El Templo



“Y ustedes son las piedras vivas con las cuales Dios edifica su templo espiritual. Además, son sacerdotes santos. Por la mediación de Jesucristo, ustedes ofrecen sacrificios espirituales que agradan a Dios”.

1 Pedro 2:5 NTV


¿Qué es la iglesia? La respuesta de la Escritura es múltiple. En un sentido la iglesia es el templo que el Señor prometió reconstruir en los últimos días. Un templo es un lugar sagrado, puente entre Dios y los seres humanos, un lugar de encuentro con Dios. Servir en ese templo es un privilegio muy grande: nosotros somos parte de él.

2. Cada creyente es una piedra en el templo de Dios, pero se nos dice que es una “piedra viva”, es decir, por contacto con la piedra principal: Jesús, es una piedra llena de vida que sirve en un templo vivo. Un ejemplo de esto es una pequeña iglesia local, allí hay un grupo de personas, cada una de ellas han confiado en Jesucristo para salvación, han sido vivificados y ahora le sirven con sus dones, con sus personas. Cada uno de ellos son una parte de un templo espiritual con una función. Podrían trasladarse a otro lugar y seguirían funcionando espiritualmente de la misma manera. 

3. ¿Qué clase de culto espiritual se ofrece en ese templo? Nuestro texto nos dice que son “sacrificios espirituales que agradan a Dios”. La alabanza, las obras de misericordia, la enseñanza, la vida de santidad, son todos sacrificios espirituales que honran a Dios y que Dios los acepta cuanto Jesucristo es el mediador de todos ellos. Honrar a Dios y conectarnos con Dios es parte del servicio espiritual que se hace en el templo. Pero el objeto no es el templo en sí, sino Jesucristo, Quien edificó ese templo siendo Él el mismo fundamento de todo. En este Templo Jesús es todo, Él es la base, pero también el mediador, tenemos vida por medio de Él. 

4. El nuevo Templo es la humanidad restaurada, un símbolo del Reino venidero. Tras la maldición de la caída, el género humano se corrompió, dando lugar a un oscuro periodo histórico de reyes, naciones y guerras. Pero con la venida de Cristo Jesús, Él comenzó la restauración del viejo Templo a un Templo de proporciones colosales, donde los no judíos tienen entrada al mismo, y pueden ser parte del mismo. Este Templo ya no es un Templo judío, sino Abrahámico, ya que Dios prometió a Abraham que por medio de su descendencia (Jesús) todas las naciones de la tierra serían bendecidas. Es un Templo eterno porque es el Reino de Dios, la paz en la tierra por medio del Salvador. Y hoy tú tienes la oportunidad ser parte de este templo.


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