jueves, diciembre 14, 2023

Continuo crecimiento



“Cuanto más crezcan de esta manera, más productivos y útiles serán en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo; pero los que no llegan a desarrollarse de esta forma son cortos de vista o ciegos y olvidan que fueron limpiados de sus pecados pasados. Así que, amados hermanos, esfuércense por comprobar si realmente forman parte de los que Dios ha llamado y elegido. Hagan estas cosas y nunca caerán”.

2 Pedro 1:8‭-‬10 NTV


El cristianismo es crecimiento continuo hacia una mayor madurez. No es algo aceptable ni admisible un cristianismo estático, pasivo y sin ambición. La diligencia, el esfuerzo, el deseo de conocer y de agradar a Dios forman parte del equipaje del creyente, de su nueva naturaleza. Es por eso que debemos ambicionar un carácter más semejante al de nuestro Señor y apuntar nuestra mente en la misma dirección.

2. Nuestra madurez y crecimiento nos hace más productivos en la vida cristiana, en el Reino de Dios y para la humanidad. Un carácter maduro es útil para Dios y para los seres humanos. Pero adquirir un carácter así es algo que implica poner todo nuestro empeño, sabiendo que todos los recursos de Dios están a nuestra disposición. Él ha provisto Su Palabra y Su Espíritu para obrar en nosotros la madurez, y todo lo que experimentamos obra para nuestro bien espiritual. 

3. La salvación se evidencia en crecimiento, en carácter santo, en la manifestación del Espíritu de Dios en nuestro ser. ¿Quieres saber si Dios ha puesto su marca en tí? si has creído en tu Señor y Salvador, ocúpate en conocerle, crecer en todo en Aquel que es nuestra cabeza y epicentro de nuestra fe, y que tu proximidad con Él haga de tí una nueva persona. 

4. ¿Cómo podemos procurar este crecimiento en nosotros? Dios nos ha provisto los recursos objetivos como la salvación en Cristo, la efusión de Su Espíritu, la Palabra de Dios, y los subjetivos como: los dones de la iglesia por medio del servicio de otros hermanos como pastores-maestros, el estudio, la oración, la compañía y amistad con creyentes maduros, la corrección y disciplina de la iglesia local, y el servicio a otros, entre otros medios. Aprovechemos todo lo que Dios ha puesto a nuestra disposición, seamos humildes, agradecidos y sujetos a Él, y Él hará su obra en nosotros.


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