miércoles, septiembre 27, 2023

Rebelión

 REBELIÓN


Así murió Saúl a causa de su rebelión con que pecó contra el Señor, contra la palabra del Señor, la cual no guardó, y porque consultó a una adivina, y no consultó al Señor; por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David hijo de Isaí.

1 CRÓNICAS 10:13‭-‬14 RV2020



En estos tiempos en los que los hombres se burlan del pecado y son muy condescendientes con la maldad, Dios nos muestra, por medio de Su Palabra, lo abominable que es el pecado para Él, y lo muestra por medio del juicio a Saúl, al cual Dios mata “a causa de su rebelión”. Cada uno de nosotros deberíamos pensar en nuestro pecado personal, en la gran justicia de Dios, y que esto nos mueva al arrepentimiento, porque Dios es misericordioso, pero también es justo, y Él no hará la vista gorda, dejando que el pecador sin arrepentir entre junto con los que se han arrepentido. 

2. Saúl murió por su rebelión, no murió por la rebelión de otros, sino que fue juzgado por sus propios pecados. A cada uno de nosotros nos espera un juicio personal, donde nuestras obras y las motivaciones de las mismas serán examinadas bajo la perfecta mirada del justo Dios. Un examen así debería inquietarnos, porque nuestro juez no es un juez humano, sino el perfecto y Santo Dios. Nadie, en el Cielo ni en la tierra podría decir que Dios fue injusto con Saúl, él murió por su pecado. ¿Y nosotros, pensamos que nos libraremos por nuestra justicia?

3. Saúl pecó contra el Señor y contra la palabra del Señor. La voluntad de Dios ha sido revelada en Su santa Palabra, la cual contiene los mandamientos y el carácter revelado de Dios. Cada ser humano peca frente a la Ley de Dios, frente a los ojos de Dios, y pecamos porque somos pecadores. No somos pecadores ignorantes, sino que somos, al igual que Saúl, pecadores que conocen la voluntad de Dios. 

4. Saúl no consultó al Señor. El rey Saúl tenía la responsabilidad de consultar a Dios, los profetas hablaban por Dios y él podía recibir de Dios instrucciones, pero al abandonar a Dios, la voz de Dios calló. De la misma manera nosotros, al alejarnos de Dios provocamos el silencio de Dios, y al dejar de oir la voz de Dios otras voces nos guían, pero no es la voz de Dios. Saúl consultó a una adivina en Endor, y este último pecado fue uno de los peores porque desencadenó su muerte. Nosotros también tenemos la voluntad de Dios revelada en Su Palabra, ¿la tenemos en estima? ¿la consideramos con cuidado antes de tomar cualquier decisión?

5. Dios le quitó el reino a Saúl y este pasó a David. Cuando un rey peca, cae de su grandeza y el reino pasa a otro. El primero en caer fue Adán, y como virrey no sólo cayó él sino que toda la creación quedó sumida en oscuridad, pero nosotros también caemos de nuestra grandeza al pecar, perdemos la gloria de lo que fuimos, y nos convertimos en algo diferente, algo que no era la idea de Dios, sino una perversión de lo que un ser humano es. En estos últimos tiempos Dios levantó un Salvador, el glorioso Hijo de Dios, Jesús, hecho hombre por amor a nosotros, quien cayó de su grandeza, pero no por su pecado, sino por nuestro pecado, para que siendo Él castigado en su inocencia, nosotros seamos librados de nuestra culpa, y podemos ser levantados como hijos de Dios.


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