jueves, septiembre 28, 2023

Cómo esperar

Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.

S. Lucas 21:34‭-‬36 RVR1960


El Señor Jesús dijo que volvería, pero esa espera no sería fácil, el mundo se volvería un lugar más y más convulso, y los creyentes estaría en peligro, no sólo por sus vidas, sino también en peligro de ser arrastrados de su fe, seducidos por los placeres, olvidando a Dios.

2. “Mirad también por vosotros mismos” o “Tened cuidado” NTV, como discípulos debemos considerar cuidadosamente cómo vivir, los tiempos en los que estamos, y cómo nos afecta todo ello. Tener cuidado es vigilar la salud espiritual de nuestra alma, detectar señales de debilidad, tomar decisiones para evitar los peligros espirituales que hacen naufragar nuestra fe. En ese sentido, cuanto más peligrosos se vuelven los tiempos, más severas deben ser nuestras medidas, con más cuidado debemos proteger nuestra fe de todo lo que la amenaza. 

3. Glotonería, embriaguez y los afanes de esta vida. Estos tres aspectos son una perversión de cosas buenas, comer y beber son un regalo de Dios, ocuparnos en nuestros asuntos es algo necesario, pero estos tres son una distorsión, un extremo insano que nos roba la paz y la atención en Dios. Una persona que come con moderación y da gracias a Dios es alguien que está honrando a Dios en lo que hace, y lo hace con dominio propio, en cambio una persona que come y bebe en exceso, es alguien que está buscando en la comida y la bebida algo que sólo Dios puede darle. Muchos cultos idolátricos tenían que ver con el desenfreno, y es que cuando le damos la espalda a Dios para buscar nuestra felicidad en las cosas que Dios nos da, estamos siendo idólatras.

4. Los afanes de esta vida. Debemos ser diligentes en nuestros asuntos, pero si una preocupación excesiva nos controla, nuestra vida espiritual está en peligro. Una persona que no confía en Dios busca tener el control absoluto, busca la seguridad por sus medios. El que se afana tiene terror de lo imprevisto, y cree que si lo gestiona con mucha dedicación puede evitarlo. Pero es una ilusión, un ser humano no puede tenerlo todo controlado: no es Dios. Luchamos contra el afán confiando en el poder y la sabiduría de Dios, pero también aceptando el dolor, confiando en que aun en medio de la prueba Dios cuidará de nosotros, porque Él está al control.

5. Que la venida de Jesús no te sorprenda. Aquellos que descuidaron su alma, son sorprendidos por la venida, ¿y por qué les sorprende? porque no la esperaban, estaban tan metidos en sus asuntos que la llegada del Hijo del hombre les sorprende, y no sólo les sorprende: les incomoda, porque rompe con una vida centrada en disfrutar del mundo sin Dios. Se nos llama a vivir en esperanza, de modo que cuando Jesús vuelva nuestro interior esté dispuesto a recibirle. Una visita distinguida requiere que nuestra casa esté limpia y en orden, ¿está en orden tu vida para el encuentro con Jesús? quizás Él venga a tí, o quizás tú vayas a Él porque la muerte te sobreviene, asegúrate de vivir de tal forma, de esperarle con tanta intensidad, y de disfrutar de Él tanto que cuando venga esa fiesta interior no se interrumpa.


No hay comentarios:

La falta de dominio propio

  ”Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.“ ‭‭Efesios‬ ‭4‬:‭26‬-‭27‬ ‭ La pérdida de contr...