martes, septiembre 19, 2023

Aprendamos a orar

 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

S. Lucas 11:2 RVR1960


SANTIFICADO SEA TU NOMBRE


Los discípulos le pidieron a Jesús que les enseñara a orar, como Juan enseñó a sus discípulos. ¿Cómo orar? es una pregunta que tiene implícita otra pregunta ¿qué orar? ¿sobre qué asuntos orar? si orar es hablar con Dios, ¿sobre qué debería ser la conversación?

2. ¿A Quien oramos? oramos a nuestro Padre que está en los cielos. Qué pensamiento tan maravilloso es saber que Dios es nuestro Padre, y que nuestro Padre está por encima de todos los tronos y lugares de poder que están en este mundo. Más adelante Jesús les dijo que si ellos, siendo malos, daban cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más Dios no nos dará cosas buenas a los que le pedimos? nuestra relación con Dios debe determinar cómo pensamos, cómo enfrentamos nuestros miedos, cómo perdonamos, cómo amamos, cómo trabajamos, ¡todo!

3. ¿Cómo es Dios? Dios es santo. La naturaleza moral de Dios es recta, Él es perfecto, ama la justicia, la verdad, la bondad, y aborrece profundamente el mal en todas sus formas. Si Dios es nuestro Padre, y Dios es santo, ¿no deberíamos ser nosotros como nuestro Padre? la santidad de Dios es un recordatorio para nosotros, nos acercamos a un Dios santo, por lo tanto es necesario que nos limpiemos de toda forma de maldad, ¿cómo nos acercaremos a él ocultando nuestro pecado? confesemos con claridad nuestro pecado, tenemos un abogado, Jesús, nuestro mediador, Quien murió por nuestro pecado para que tengamos acceso a Dios.

4. Oramos que el Reino de Dios se establezca entre nosotros, y mientras el Reino viene, oramos que Él reine en nosotros. ¿Es mi hogar parte del Reino de Dios? ¿es mi vida y mi mente parte del Reino de Dios? ¿qué papel tiene la autoridad de Dios en mi vida? ¿he construído un pequeño reino para mí, donde yo soy un reyezuelo? sometámonos a Dios, nadie como Él es digno de reinar en nosotros?

5. ¿Apreciamos la voluntad perfecta y buena de Dios? si es así oremos que Su voluntad sea cumplida. Esta es una oración demasiado grande para nosotros, por eso oramos: Padre, que mi voluntad sea moldeada en semejanza de Tu voluntad, que mi mente torcida por el pecado sea semejante a la tuya, amando lo que Tú amas y aborreciendo lo que Tú aborreces. 

6. Que nuestra oración nos una a Dios, nos transforme y nos haga semejantes, que nuestra oración nos saque de nuestro egoísmo natural y nos haga semejantes a Él. Por nuestro cristianismo debería ser reflejar al Dios que nos salvó, rescatándonos del pecado para hacernos santos.


No hay comentarios:

La falta de dominio propio

  ”Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.“ ‭‭Efesios‬ ‭4‬:‭26‬-‭27‬ ‭ La pérdida de contr...