viernes, noviembre 23, 2007

La masa leudada

Como os comenté hace unos días, estoy leyendo detenidamente el libro "La confesión de fe de Wetminster" una guía de estudio. Es un libro extenso, denso, pero muy rico, lleno de doctrinas cristianas explicadas en profundidad, con sencillez y tremendamente prácticas.
Leyendo este, y otros libros, me doy cuenta de que cuando la Palabra de Dios habla de la apostasía se está refiriendo, entre otras cosas a las aberraciones que vemos en los púlpitos de hoy en día: ignorancia de Dios, de la Palabra de Dios, de halagos a los oyentes.
Lo veo en los canales de TV cristianos que emiten por internet, mensajes que girar a una misma idea que puede ser la de: la lluvia tardía (un segundo Pentecostés), el avivamiento, que Dios tiene un milagro para tí, etc...
Algunas predicaciones son flojas, muy emocionales (con los músicos detrás del predicador, prontos a dar cobertura musical a los puntos claves del mensaje para manipular a la congregación), insulsas, y en muchos casos dañinas.
Ya es de por sí un pecado que el predicador suba a enseñar sin haber estudiado y meditado en la Palabra de Dios en oración ferviente. Es un pecado que durante treinta o cuarenta minutos se entretenga a los asistentes con visiones, profecías, promesas de bendición, pero sin la exposición de la infalible y eterna Palabra de Dios. El Señor de la Iglesia nos juzgará severamente a los que predicamos, en primer lugar porque nuestro conocimiento de la Palabra nos hace más responsables (Stg 3.1), y en segundo lugar porque estamos cuidando de un pueblo que no es nuestro, es la Iglesia de Jesucristo, la cual Él ganó con su propia sangre.
Leer las obras de los puritanos (John Owen es uno de mis favoritos), los sermones de Spurgeon (el libro "No hay otro evangelio" no me canso de leerlo), la Teología Sistemática de Hodge, las Instituciones de Calvino, la misma confesión de fe de Westminster, los "cánones", el catecismo mayor, etc... y tantas obras de la fe cristiana reformada, me hacen ver sentado desde los hombros de esos gigantes, a los pigmeos que hoy pueblan púlpitos y cadenas de radio y TV.
Los que me conocéis sabéis que no tengo favoritismos denominacionales: creo en la unidad y diversidad del Cuerpo de Cristo. Admiro a los reformados, como admiro a los fieles pentecostales que son celosos y conocedores de la Palabra y de su Dios. Y veo un abismo vergonzoso entre las riquezas de nuestros mayores en la fe de hace quinientos y más años, y los libros que hoy se publican (éxitos de librería cristiana, todo pulpa, una especie de Reader Digest cristiano).
¿Qué hay de la fe "una vez dada a los santos"?, la han diluido con marketing y fábulas mentirosas. Pobres en doctrina, y pobres en nuestras vidas, porque, al contrario de lo que hoy se predica en algunos sitios, la doctrina, la enseñanza de la Palabra, no mata el Espíritu, sino que lo enciende en nosotros, nos guarda de errores, aumenta nuestro celo y nuestro deseo de vivir para el mundo que ha de venir.
Wesley dijo que el Metodismo se terminaría cuando sus integrantes dejaran de ser hombres de lectura, que el predicador debe leer al menos cuatro horas diarias, la Palabra de Dios y sanos libros cristianos. Mucho me temo que hoy sólo se cantas (lo cual es excelente, pero se convierte en un problema si es lo único que hacemos).
El Domingo pasado escuchamos una exposición de José de Segovia... qué gran diferencia con los juegos de manos y pasatiempos que oigo en los púlpitos de muchas "mega iglesias" como la del afamado Joel Osteen y otros.
La riqueza de lo que los maestros antiguos de la Palabra queda apolillada, sin reeditarse. Para comprar las obras de los puritanos tuve que buscar en internet y encontré la Editorial Faro de Gracia quienes me ofrecieron un completo lote de obras puritanas a un precio muy económico, Dios bendiga a estos hermanos.
Tomemos una sencilla frase del conocido como Catecismo Mayor con sus referencias Bíblicas que confirman la verdad enseñada (a diferencia de los catecismos romanos):

P. 1. ¿Cuál es el fin principal y más noble del hombre?
R. El fin principal y más noble del hombre es el de glorificar a Dios a) y gozar de él para siempre. b)
a) Rom. 11:36, I Cor. 10:31; b) Sal. 73:24-26; Juan 17:22, 24.


¡Cuanta enseñanza y cuanta verdad en una sencilla frase!. Daría para exposiciones densas y llenas de práctica enseñanza. Sólo un frase, que la escribieran cristianos de hace varios siglos seguramente tenga mucho que ver. Personas que vivían por y para Dios, dedicadas al conocimiento de Él.
Consideremos ahora la pregunta número 7:


P. 7. ¿Qué es Dios?
R. Dios es un espíritu, q) en sí y por sí mismo infinito en su ser, r) gloria, s) bienaventuranza t) y perfección, u) suficiente para todo, v) eterno, x) inmutable, y) incomprensible, z) omnipresente, a) todopoderoso, b)omnisciente, c) sabio, d) y santo, e) y justísimo, f)misericordioso y lleno de gracia, paciente y abundante en bondad y verdad. g)
q) Juan 4:24; r) Ex. 3:14; Job. 11:7,8,9; s) Hch. 7:2; t) I Tim. 6:15; u) Mat. 5:48; v) Gen17:1;
x) Sal. 90:2; y) Mal. 3.6; Comp. con Sant. 1:17; z) I Rey. 8:27; a) Sal. 139:1,2,7; b) Rev. 4:8;
c) Heb. 4:13; d) Rom. 16:27; e) Is. 6:3; f) Deut. 32:4; g) Ex. 34:6.

¡Impresionante!, Dios es más que un "colega", un "compadre", una especie de amigo que existe para satisfacer nuestros deseos o un ser bondadoso, facilón, manipulable. Él es espírito, en sí y por sí mismo infinito en su ser...
El alejamiento de la Palabra de Dios lo vemos en muchos frentes, la falsa doctrina (con sus modas variables), la corrupción y apostasía mezclada con el Pueblo de Dios, un liderazgo complaciente y adulador y el abandono de las doctrinas de la Gracia. Con todo y con eso quedan (y muchas) iglesias saludables, en las que se expone la Palabra de Dios. Con todo, me apena ver lo que muchos cristianos nos estamos perdiendo.

2 comentarios:

Rodemil dijo...

ay , ay, ay,
como estas Julio, siempre cuando haces estas notas, me queda una sensación de pena, no se si estara bien, pero es así. Soy un hermano pentecostal,de el movimiento que aca en Chile comenzo en al año 1909, en el seno de la iglesia metodista, en la ciudades de Santiago y Valparaiso,y puedo decir que Dios nos ha ayudado, y por su misericordia en nuestra iglesia local no se ha perdido el gusto por la sana doctrina. por ello da pena ver como se nos trata de engañar y como muchos caen en tanta cuestión que se ha inventado, claro, uno siente una responsabilidad, o una culpa por omisión, nos falta tanto por hacer, Dios nos ayude, por favor Hermano sigue, con tu predica, porque si surge un ay!, tambien se me consuela al leer tu blog. Porque aun quedan rodillas que no se han doblado ante Baal.
Has leido el comentario a los Hebreos de Calvino, estoy en eso, te lo recomiendo y en la edición que tengo viene con una introducción de Juan Owen, (asi dice la edición y no Jhon). aquella confesion que lees estara disponible para sudamerica.
Que Dios te Bendiga.
Saludos desde Chile. Rodemil

Converso dijo...

Hola Rodemil, muchas gracias por leer este blog y por tu aportación, siempre es una bendición leer comentarios de cristianos que tan sinceramente aman al Señor y Su Palabra, un saludo en el amor de Jesucristo.

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