Estaba leyendo esta tarde el excelente artículo de Daniel Pisoni en Edificación Cristiana acerca de la vida de Dietrich Bonhoeffer. Como sabéis, el año pasado estuve bastante obsesionado con la Segunda Guerra Mundial, mi esposa y yo estuvimos leyendo varios libros, además de algunos documentales que conseguimos. Un evento tan trágico se comenzó a hacer notar con el ascenso de la bestia nazi, con su política brutal, sus medidas inhumanas y su represión infame. Por desgracia muchos cristianos cayeron, sin embargo no todos cerraron la boca ante el horros que se avecinaba. Bonhoeffer fue uno de ellos.
La Gestapo lo arrestó y murió en la cárcel poco antes de que Alemania capitulara.... pero la historia completa la podéis leer en internet,donde hay excelentes artículos. Lo que más me impresiona de ese hombre, además de su tremendo valor para enfrentar la persecución, es su relación con Cristo, su intimidad con Dios, el verdadero fundamento que nos transforma y nos hace libres: Jesús mismo.
Otra reflexión que me hago es ¿dónde estamos los cristianos confesos?, ¿militamos la buena milicia?, ¿peleamos la buena batalla?, ¿callamos?, ¿somos activos o nos dejamos llevar por la corriente de este mundo?. Hay tantas cosas que disfrutar, que si las perdiéramos todas, no nos quedaría nada, ni siquiera nuestra relación con Dios (porque muchos ni eso tienen). No sé qué va a ocurrir en los próximos años, si es persecución abierta, o encubierta, lo que sí sé es que ahora la táctica del enemigo es ocultarse y seducir, y muchos están siendo seducidos. No necesitamos seminarios espectaculares, ni libros cristianos sofisticados, necesitamos las cosas de siempre, las que nos enseñó el mismo Señor Jesús, orar continuamente, permanecer en Su Palabra, confesar nuestros pecados..... un cristianismo sencillo y fundamental, fuertemente militante, evangelísticamente claro.
Para saber más:
El hombre y su misión.
Ética.
No hay comentarios:
Publicar un comentario