martes, abril 21, 2009

¿Por qué duran tan poco los matrimonios? II parte

El Viernes 10 de Abril mi esposa y yo hicimos diez años de matrimonio.

Es en esos momentos que aprovechamos para mirar atrás (¡se han pasado volando!, no parece que llevemos tanto tiempo juntos) y reflexionar sobre lo que han significado estos años.

Nuestros amigos más íntimos se divierten comentando lo diferentes que somos. En serio, llama la atención. He observado que muchos matrimonios están formados por "opuestos", te propongo un juego, pregúntale a algunos amigos que estén casados cosas como:

-¿os gusta dormir con la persiana echada o abierta?.
-¿alguno de los dos es friolero?.
-¿sois noctámbulos o madrugadores, os gusta acostaros tarde o por el contrario cuando se acerca la noche caéis desfallecidos?.
-¿sois personas ordenadas o desordenadas?.

Como esas podemos hacer muchas preguntas, y suele ser muy extraño en ambos en la pareja coincidan. Somos difererentes, y de hecho en temas de personalidad y gustos a veces solemos ser muy diferentes. Sin embargo me sorprende que muchos matrimonios que se van a separar me digan: "Es que somos muy diferentes", ¡claro!, todos lo somos.

Cuanto más tiempo pasa y más nos vamos conociendo nos reímos de estas diferencias y damos gracias a Dios por la manera en que Él las usa para complementarnos y enfrentar los distintos retos de la vida.

Mi esposa es una mujer de emociones serenas, una persona equilibrada, con buen juicio. Yo soy un tipo sanguíneo, apasionado, de fuertes emociones (si lees novelas anglosajonas dirían que soy una especie de irlandés y ella es una digna inglesa, de hecho ella tiene sangre inglesa). Por ejemplo, cuando estoy enfrascado con un tema puedo hablar durante semanas y semanas de ese tema. Ella me escucha siempre con interés, no la verás aburrirse ni decirme nada. Hace unas semanas, después de uno de mis "brotes de euforia" y sabiendo que no hablaba de otra cosa, le pregunté:

-Creo que estoy un poco pesado con este tema, ¿verdad?.

Y ella me respondió:

-La verdad que lo que comentas es muy interesante.

-Pero- insistí- ¿no estoy muy pesado?.

-No, pero es cierto que llevas varios días que no hablas de otra cosa.

¡Pobrecilla!, ¡aguantarme hablar durante semanas del mismo tema! ¡y sigue conmigo!.

Las diferencias continúan y continúan. Y aunque esas diferencias nos ayudan a ser complementarios, el matrimonio es más que una especie de equipo de militares de operaciones especiales (con un oficial médico, un especialista en comunicaciones, el experto en explosivos..., vamos, tipo "Equipo A"). Cuando hablamos con jóvenes que van a casarse a mi esposa le gusta hablar del "proyecto común", y es que como cristianos y como pareja vamos a contruir algo juntos. La dimensión espiritual del matrimonio es un vínculo muy fuerte que hace que este sea sólido. Por eso la Biblia no permite el matrimonio con no creyentes, somos mundos diferentes, con poco o nada en común.

Noviazgo. A la hora de escoger la persona con la que vas a pasar el resto de tu vida más vale que vayas con precaución y sabiduría. El noviazgo es un tiempo para conocerse bien, orar, afinar esa sintonía espiritual.

La sociedad hoy en día nos enseña que el noviazgo es un tiempo para el romance, para estar juntos a solas, etc.... es por eso que una de las preguntas que los jóvenes siempre me hacen es: ¿cuales son los límites de la intimidad física?, ¿en qué momento estamos equivocándonos?. Eso es un error de base. El matrimonio es el tiempo para la intimidad física, el noviazgo es el tiempo para prepararnos a tomar una de las DECISIONES MÁS IMPORTANTES DE TODA VIDA. Piensalo así: te vas a pasar el resto de tu vida con la misma persona, ¿vas a tomarte a la ligera esa decisión?.

Hay un montón de cuestiones que considerar, libros que leer, temas de los que hablar. A nivel espiritual es vital descubrir cuales son las prioridades, los valores. Hace poco un jóven me decía que él lo que quería era casarse con una chica cristiana, no con una chica de "fuera". Le respondí que ésa no era la cuestión. Si eres cristiano/a y eres una persona fiel, deberías buscar casarte con una persona espiritual. Por desgracia ser cristiano, hoy en día, no es garantía de nada. La mayoría de chicos y chicas que hay en los grupos de jóvenes no conocen al Señor, están en la iglesia, pero no por ello son cristianos. Tener una especie de letrero que dice "soy evangélico" no garantiza nada.

Estoy totalmente de acuerdo con Paul Washer cuando se opone a las citas o como él dice (traducido literalmente) "citas recreacionales", no hay nada de ello en la Biblia, el noviazgo tiene como objeto el matrimonio, un tiempo para hacer preparativos, para conocerse y considerar seriamente un proyecto que debe durar toda la vida.

Hace poco me ha llamado un amigo de una iglesia de Madrid, está muy preocupado por el tema de los jóvenes en las iglesias y me ha planteado una idea que creo que es interesante, él sabe que los mensajes de Paul Washer me encantan, de modo que ha lanzado un reto, predicar esos mensajes (no imitándolos, sino con mi estilo) y grabarlos en vídeo para compartirlos con otros jóvenes. Es algo que estoy pensando y orando...

3 comentarios:

raquel dijo...

Si los mensajes de Paul Washer son buenos nos servira de herramienta a mucho para nuestros jovenes y adolescentes, algunos necesitan mucha orientacion de la buena. Ánimo irlandés, y felicidades por los 10 años de matrimonio en el Señor.

Isa dijo...

Cuando iniciamos nuestro matrimonio somos diferentes, pero después nos volvemos tan iguales, je,je. Todo es cuestión de "querer". El diablo se encarga de "hacer ver" las "diferencias". Sólo basta enseñar lo tan iguales que se han vuelto y tantas cosas compartidas.
Querido hermano, teniendo tantas cosas por compartir, ¿por qué "imitar" a otros? (Paul W.) ¡Comparta lo que el Señor le ha dado y las salidas que Él le ha concedido!
En el amor de Cristo.

Isa dijo...

Aclaro que no tengo nada en contra de los sermones de Paul Washer. He escuchado algunos y son muy buenos.
Saludos.

Apocalipsis, promesas para la vida

 Dios nos ha dado promesas para que podamos vivir vidas cristianas gozosas, perseverantes, santas y resistentes.  Charla 1: El mensaje a Fil...