
Nos hospedamos en casa de los padres de Ester, la novia de Josué que nos trataron a cuerpo de rey, y disfrutamos de conversaciones interesante y momentos dignos de ser repetidos, ¡muchas gracias Manolo y Paqui por vuestra amistad!.
El Sábado pude compartir en la reunión de jóvenes donde hablé del precio de seguir a Cristo. Fué una reunión en la que me alegré de volver a ver a muchos de los jóvenes con los que ya estuve en el anterior retiro.
Por la noche, Josué y Ester nos llevaron a dar una vuelta por Baños, donde vimos el INCREIBLE castillo de aquel pueblo, y nos tomamos unas racioncillas de "carne de monte" que es carne de venado en una salsa buenísima.

Después de la reunión tuvimos una comida fraternal, donde los hermanos/as hicieron una paella ESPECTACULAR, pudimos sentarnos con los jóvenes y disfrutar este tiempo con ellos, y luego en el tiempo del café poder charlar con distintos hermanos.

Desde aquí quiero agradecer a estos hermanos el tiempo que hemos pasado juntos y oro a Dios que esta campaña de Navidad con los regalos que van a hacer de literatura y calendario a los vecinos del barrio sea muy bendecido.
Un saludo también a Josué, que se cortó el dedo cortando jamón serrano y que sobrevivió a mis chistes continuos y a Ester (que siempre. Que sepáis que os esperamos pronto en casa. Por cierto, Josué es ese que aparece tan SONRIENTE en la última foto, cómo se nota que se casan pronto, eh...


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