domingo, octubre 29, 2006

El ministerio de spaghettis


Hace tiempo que vengo diciendo que retomaré la actividad normal de este blog y la verdad, tenía ganas de hacerlo. Doy gracias a aquellos que me habéis animado con vuestros post a retomar mis comentarios cotidianos sobre mi vida de iglesia, mis pensamientos e inquietudes, gracias por leerlos y gracias por vuestra crítica constructiva. La razón de que este mes y medio me haya dedicado a escribir sobre CEG es que veo en este grupo un peligro que amenaza a muchas congregaciones y a muchas personas, y que está amenazando con entrar en España. Esto no quiere decir que dejaré de escribir comentarios sobre este peligroso grupo, pero eso sí, serán mucho más espaciados.

El Ministerio de spaghettis, dicho con cierto humor, es un ministerio en el que llevo involucrado desde que comencé a servir al Señor allá por mediados de los noventa en Sevilla. En aquella época se fué formando casi de forma espontánea un grupo de jóvenes que estuve cuidando, nos reuníamos en casa y comíamos spaghettis (es lo que mejor sabía cocinar). Aunque lo cierto la comida era lo de menos, lo importante era la comunión, el compartir nuestras experiencias y nuestro amor por el Señor Jesucristo.
De aquel grupo de jóvenes quedan unos cuantos, uno de ellos es mi amigo Josué, que actualmente reside en Bailén, y con el que el tiempo no ha hecho mella en nuestra amistad. Estoy especialmente ilusionado porque en esta próxima semana santa tendré el honor de predicar en su vida, y formaré parte de cierta orientación prematrimonial junto con mi esposa.

Ahora estamos bien entrados en el 2.000 y sigo con las misma carga por los jóvenes y el servicio de pastorear y discipular, he aprendido unas cuantas cosas más, y sé cocinar algo mejor (perdonad por la falta de humildad), pero sigo preparando spaghettis, y sigo abriendo mi casa (ahora nuestra casa ya que estoy casado) para poder comer pasar buenos ratos.
Ya hemos comenzado las reuniones de jóvenes, a mediados de Octubre vinieron a casa, comimos spaghettis con tomate y salchichas, jugamos a un juego de mesa y lo pasamos bien. Tengo mucha carga por este grupo, los jóvenes están en una encrucijada vital, y creo que el Señor me está llamando a darle prioridad a ellos por encima del evangelismo callejero. Os pido oración por una chica de mi grupo, Katy, tiene algunos problemas de salud y estoy preocupado por ella.
Hoy hemos tenido más spaghettis en casa, esta vez con el grupo de niños de escuela dominical que lleva mi esposa y otra hermana, vinieron a casa, comimos juntos y pasamos un rato divertido, aunque yo no llevo ese grupo de escuela dominical siempre me involucro en las actividades de estos porque lo paso muy bien con ellos.
Aquí os pongo fotos de ambos grupos, el de jóvenes y el de niños.

(Nota importante, en la foto del grupo de jóvenes, el de la derecha del todo con la boca bien abierta, es mi gran amigo Javier, que no es del grupo, pero que se apuntó a comer. Es que....)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Julio por esta bocanada de aire fresco (aunque sea con espaguetis). Que conste que no se debe bajar la guardia y está muy bien avisar sobre estos grupos peligrosos, sea CEG u otro cualquiera. Sabemos por la Escritura que estos grupos proliferarán y es muy importante tener avisados a los hermanos. Gracias a tu información sobre CEG he podido compartir algo en mi iglesia sobre ese tema para que a nadie le coja por sorpresa.

Enhorabuena por la iniciativa espaguetil. ¡Que bonito es llenar la casa con estas iniciativas! ¡Que el Señor os siga bendiciendo en vuestro ministerio!

En nuestra iglesia surgió ya hace unos 10 años, la iniciativa de hacer "Desayunos para hombres" y "Meriendas para mujeres" con la intención de poder invitar a amigos, o amigas según el caso, a un momento fraternal (fuera del local de la Iglesia). La iniciativa ha sido y sigue siendo un éxito y es una manera de poder invitar a algún conocido para darle la oportunidad de escuchar el mensaje del Evangelio.
Hay que seguir buscando la forma...¿No te parece?
Un abrazo.

rickmarquesss dijo...

?Para qué tanta tonteria en contra Jesucristo Hombre? Gracias a mi papá por todo lo que hice en mi vida. Dr. José Luis de Jesús Miranda es Dios mismo y yo lo creeo aun que parezca que los falsos obreros ganarán alguna cosa.
Este es un Ministerio que no se puede más controlar. El es redondo.
http://jesuscristohomem.blogspot.com

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