Algunos autores que me influyen

Mi amigo Emilio Carmona es un cristiano con "sobredosis" de entusiasmo (lo cual lejos de ser malo es sumamente positivo) y siempre me anda recomendando autores. Aprecio mucho el poder compartir con él lecturas cristianas, lo cierto es que los libros cristianos han hecho de nosotros el tipo de personas que somos, no debemos despreciar la lectura de libros sanos en doctrina y llenos de estímulo espiritual.

Recién conocí al Señor tenía una serie de autores favoritos que me fueron de grandísima bendición. Hay un autor que en esos momentos de indecisa juventud fué una revolución para mí, se trata de William McDonald y su librito "Piensa en tu futuro". Recuerdo el día que leí ese librito, venía con unos hermanos de las conferencias del 1 de Mayo (en Andalucía es un encuentro de las Asambleas de hermanos), en ese encuentro había comprado este librito. Cuando llegué a casa volvió el conflicto, salir a las fiestas de Granada o no hacer lo que no debía. Opté por leer ese librito, y me impactó tanto que dejé el desenfreno de las fiestas y comencé a tomarme en serio el discipulado cristiano.

Desde entonces han pasado muchos, muchos años, y han pasado muchos autores que leo y releo con gran placer. Hoy quiero referirme a dos. El primero es Donald A. Carson. La primera vez que escuché a Carson fué en el Forum 2004 organizado por los GBU y quedé muy impresionado por su exposición de Apocalipsis. Tenía algunos libros de él en casa, así que me animé a leerlos (ya había leído algunos, por cierto, lo más densos, recomendados, como no, por el infatigable Emilio Carmona.

Debo decir que vale la pena el esfuerzo de leer a Carson. Es un expositor bíblico con unos fundamentos sólidos y un amor por el Señor y Su Iglesia enorme. Acabo de leer "Cuestiones básicas" que es una exposición de Filipenses. Después de la primera lectura quedé muy impresionado, tanto, que conforme terminé el libro volví a comenzarlo otra vez. He descubierto nuevas cosas, y otras debía afirmarlas. Y estoy disfrutando muchísimo más.

Otro autor que me ha impactado y me está impactando cada vez más (en la línea de Carson, salvando las peculiaridades individuales) es David Burt, por cierto, las predicaciones de David Burt en audio las puedes encontrar en VCE. Hay 509 mensajes de audio de él.
Lo que más me ha impactado de David Burt es su ministerio personal en las distintas iglesias españolas he tenido la ocasión de conocerlo y de verdad, su ministerio en los últimos años (creo) que está cambiando y aumentando en influencia, impacto espiritual y discernimiento de estos tiempos. Las palabras con las que clausuró el Forum del 2004 dejaron a más de uno completamente "tocado". La libertad con la que predica, le da una autoridad espiritual que proviene de su sujeción personal a la Palabra de Dios.
Es autor de una cantidad enorme de libros, casi todos exposiciones del Nuevo Testamento, con algunos otros del AT (sobre todo Esdras, que es uno de sus libros del AT favoritos). Su plan original es completar el comentario ampliado del NT más exhaustivo que se haya escrito. Los méritos de esta obra brillan por sí mismos.

Maestros de la palabra vs. falsos maestros que esquilman al rebaño. "Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. " (Fil 3.18-19).

El ejemplo de estos y otros hombres y mujeres de Dios nunca se borrará de mi memoria, Dios los ha usado para darme la motivación, inspiración y el modelo de lo que ha de ser un siervo de Dios. Pero por desgracia veo que en muchas iglesias se ha perdido el perfil de lo que debe ser un pastor o un predicador.
Hace unas semanas un desconocido me contactaba por el messenger para que visitara en culto de su iglesia que se estaba retransmitiendo online. Se trataba de un centro de avivamiento en Colombia, escuché con paciencia la predicación de este pastor que estaba centrada en: 1) sí mismo 2) el templo que estaban construyendo 3) la iglesia que estaba pastoreando que sería, según él, un centro internacional y 4) un "Dios" que se limita a servir a los creyentes y a solucionar sus problemas de deudas (una visión un poco limitada de Dios).
No me sorprendió, muchos pastores en la América latina son así (también en otros muchos países). ¿Cuales son los criterios para discernir quien es un siervo de Dios y quien es un siervo de sí mismo?:

-los falsos maestros buscan satisfacer sus pasiones, lujo, comodidades, nivel de vida.
-predican un falso Jesús que se centra en prosperar al creyente.
-no predican el señorío, de hecho lo desprecian (2 Pe 2.10).
-no sirven a los creyentes, se sirven de ellos.
-no buscan la edificación de la iglesia, sino de su propio reino particular, su iglesia, su local, su escuela bíblica, etc...
-no predican la Palabra ni la conocen, sus prédicas están llenas de referencias a sí mismos. Si acason tocan la Palabra es un versiculo, pero siempre como pretexto.
-no pastorean, no visitan, no cuidan, no alientan.
-se rodean de "los fuertes" no buscan a los miembros más débiles o más pobres.
-no predican la cruz de Cristo ni se centran en el evangelio de la Gracia.

La carne desea exaltar desmedidamente a un pastor o líder, y gloriarse en él, más que en Cristo Jesús, los hermanos/as que son espirituales deben tener esto presente. Un líder espiritual fuerte puede ser un sustituto del Cristo verdadero, y esto siempre es un error, la responsabilidad está muchas veces en el mismo miembro de iglesia. Muchos creyentes son perezosos en estudiar personalmente la Biblia, y sólo se contentan con lo que se les predica el Domingo, si estos mensajes están contaminados por las ideas de un pastor carnal, esto es un gran peligro. Sin doctrina no hay discernimiento, sin celo por la Palabra de Dios abrimos las puertas de nuestra mente a los ladrones que no son el Pastor de las ovejas, Cristo Jesús.

No sólo debemos crecer en el amor o el respeto por quienes Dios ha puesto para pastorearnos, debemos crecer en el conocimiento de Dios, y añadir a la virtud conocimiento. Y por ello podemos encontrar libros que no son más que las predicaciones de hombres fieles de Dios, en quienes encontraremos el camino de la imitación de Cristo, y verdaderos líderes, que sin pretender ser perfectos, destacan entre la masa de manipuladores que llenan las iglesias.