jueves, febrero 21, 2013

Evangélicos que creen en la magia

A veces cuando uno sostiene una discusión con no creyentes tiene que oír cómo nos meten a todos en el mismo saco y acusar a los cristianos evangélicos de excesos en los que, al menos yo, nunca he tomado parte. Por ejemplo: quemar libros de Harry Potter.

Sé de algunas iglesias que organizaron piras de libros. Quizás pensaban que estaban emulando a la iglesia de Éfeso, quienes quemaron libros de Magia en el más estricto sentido de la palabra. Pero quienes quemaron libros de Harry Potter en realidad quemaron novelas.

Con todo, veo con preocupación que aquellos que son inflexibles con cosas como novelas infantiles, quemar crucifijos, discutir sobre si la Santa cena debe administrarse en una copa o en varias, luego tragan el camello de la religiosidad.

Uno de estos "camellos" que nos tragamos es lo que Paul Washer llama la "regeneración decisional", es decir, confiar en la salvación de una persona que ha recitado una oración. Esto no es cristianismo bíblico, es catolicismo romano, o Islam. Hacer un rezo repetir una frase hecha no salva a nadie. Esto lo sabemos los cristianos evangélicos, ¿verdad?. Pues no. No lo sabemos. Por que cuando llegamos al plano de las conversaciones cotidianas escuchamos frases como:

-Mi hija Menganita hace quince años que no viene a las reuniones, es cierto que ha dejado el evangelio y ahora vive con un no creyente, pero cuando ella tenía ocho años hizo la oración del pecador y yo sé que es salva.

¡Esto es confiar no en la obra de salvación, sino en un REZO!. Y amigos, rezar no salva a nadie.

Cuando la Biblia repite cosas como: perseverar hasta el fin, creced en la Gracia, está haciendo alusión a una salvación que no es cosa del pasado, sino que se manifiesta en nuestra vida diaria. Confiar en algo que hiciste es confiar en las obras. Confiar en los rezos o en repetir frases es confiar en la magia. Descansar en la fe personal en Cristo Jesús y su Obra de salvación es tener vida. ¡Cuidado con reducir el evangelio a algo que no es!.

3 comentarios:

Isa dijo...

¡Vaya! ¡Muy cierto! Este tipo de cosas, siento que se ha vuelto como una "epidemia espiritual" porque ha cundido entre toda la iglesia que desgraciadamente nos hemos dejado seducir por el mundo y hemos olvidado lo que el Espíritu Santo puede hacer en nuestras vidas, y no me estoy refiriendo a hablar en lenguas ¡para nada! Estoy hablando del hambre de leer la Biblia y que después de que aceptamos a Cristo como salvador, sentimos que como vendas se nos han caído y que ahora sí podemos comprender la Biblia. Y me refiero a la sed de sentirse en unión con otros hermanos e ir a las reuniones y dejar la TV y/o el dormir tarde, etc, y todo por estar cerca de nuestro amado Señor en oración. No sé mucho, pero cuando esto es lo que nos mueve, se nos hace fácil imitar y obedecer a nuestro Señor y salvador.
Saludos afectuosos.

Alberto Marcel Rabinovici dijo...

shalom, puedo publicar tu arituclo en facebook?

Converso dijo...

Por supuesto, siempre que indique su autoría y la dirección web, está a tu disposición.

3 iglesias del Nuevo Testamento

  ¿Cómo fueron las primeras iglesias? ¿En qué sentido la iglesia en Jerusalén no tenía nada que ver con las iglesias de Antioquía o Filipos?...