miércoles, agosto 05, 2009

Vacaciones, un buen tiempo para desconectar de Dios


Perdonad el titular capcioso tipo "20 minutos", pero seguro que estaréis de acuerdo en que el verano, a nivel espiritual suele ser desastroso.

En verano, debido a los desplazamientos muchos dejan de asistir a las reuniones, a su grupo de jóvenes, y, ya puestos, a leer la Biblia y orar. Hay una idea que circula: "el verano es para desconectar de todo, incluso de Dios, y para descansar de todo, ¡también de Dios!".

Pero, ¿es que acaso "cansa" tener relación con Dios?. La respuesta es sí.

Sí que cansa: si vives tu vida cristiana como alguien religioso, como una especie de disciplina, algo así como hacer dieta, o estudiar para un exámen. Por desgracia muchos viven así su relación con Dios, como una especie de disciplina, pero cuando investigas un poco en la Biblia verás que tener relación con Dios es justo lo contrario, se le compara a:

beber algo fresco cuando tienes mucha sed- Sal 42.1
sentarte a la sombra y descansar- Is 25.4
dejar de esforzarte por agradar a Dios y disfrutar de saber que eres amado -Heb 4.10

Supongo que hemos escuchado tantas predicaciones sobre lo necesario que es tener un tiempo devocional que no podemos menos que sentirnos culpables si no lo tenemos. Y esa NO ES LA IDEA.

Si algo necesitamos este verano es precisamente volver a disfrutar de nuestra relación con Dios y así encontrar descanso, restauración y vida. Para el cristiano el reposo es disfrutar de todo lo que Cristo es y ha hecho por nosotros. Nada trae tanta paz como escuchar lo que Dios tiene para tí.

Por lo tanto te propongo que este verano, en lugar de alejar a Dios de tu mente, recuérdalo, piensa en él, busca su Palabra con detenimiento y cariño, escribe lo que Dios te enseña, párate en cada momento para dirigir tus pensamientos a Dios.

2 comentarios:

Andrés Martín dijo...

Curioso!

Cuando eres niño (y si has podido tener la oportunidad), el verano es el tiempo para encontrar a tus amigos en los diferentes campamentos a los que hayas asistido.
Cuando eres adolescente y poco después joven, yo he disfrutado (y han sido marca espiritual en mi trayectoria) de campañas evangelísticas, en las que, por unos días, sientes la intensidad del trabajo con pasión por declarar la verdad a la gente.

Y ahora que nos vamos haciendo mayores... DESCONECTAR!??

No...NO.... Y NO!!!!

Me niego, de verdad! A pesar de que lo veo en mis "carnes" con tanto "problema" u "ocupación" que llenan nuestros días. La parte más importante no nos será quitada ¿no?

Lo que queda es vivir de una manera digna al evangelio.

Hasta en el chiringuito con una cervecita bien fría entre las manos!


Un abrazo Julio!! Te tengo bien vigilado! ;)

Felipe dijo...

Ojalá lleguemos a tener tanta hambre y sed de Dios que lo último que quisieramos fuera desconectar.
Será que tenemos demasiadas cosas y afanes, tantos engaños en nuestra mente?.
Nos vamos de descanso y a retomar fuerzas y a veces venimos más cansados y despistados aún... algo falla entonces.
Gracias Julio por tus reflexiones

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