martes, noviembre 25, 2008

Tengo buenas vibraciones con los jóvenes

Hay cosas que más vale que me siente a escribirlas, o de lo contrario no seré capaz de conciliar el sueño, sobre todo cuando estoy lleno de entusiasmo e ilusiones.

Cuando el Jueves pasado me puse a llamar uno por uno a los jóvenes de mi iglesia para invitarlos a la cena vaquera TODOS tenían sus propios planes al margen de la cena vaquera y de cualquier cosa relacionada con la iglesia.

Pero aún así prefirieron venir a la cena vaquera.

Uno de ellos me dijo: "Estaba buscando una excusa para no ir al cumpleaños al que me habían invitado". Aquello me emocionó.

La fiesta (como habéis visto en el post anterior) fué muy bien. Me ilusiona ver a los jóvenes estar juntos, pasarlo bien, conversar, y escuchar la Palabra de Dios. Creo que ellos ya han experimentado lo que hay en el mundo y saben hasta dónde llega la diversión del mundo. Además, las cosas se están poniendo tan violentas que la noche madrileña no es para nada un reclamo. Hace menos de una semana un jóven murió debido a la paliza que le propinaron los porteros de una discoteca, su muerte por una discusión sin sentido fué trágica, toda muerte lo es, pero, ¿morir por nada?.

Acabo de llegar a casa de una reunión con pastores de distintas iglesias de Madrid que me han preguntado por la marcha de las reuniones de líderes de jóvenes, por "Reacciona Madrid". Les he comentado cómo en esa reunión de 3 horas, responsables de jóvenes de 9 iglesias estábamos unánimes, con una misma visión, una misma carga, y un mismo deseo. En esa reunión salió la programación para este curso, y salimos con mucho gozo y entusiasmo.

Cuando terminó la reunión
, hablé con el otro artífice de "Reacciona Madrid", Miguel Angel (del blog "Me gustan los libros") mientras hablamos de este asunto que nos traemos entre manos, las reuniones de jóvenes de Madrid y Toledo. "Tengo muy buenas vibraciones con lo de los jóvenes". Él también. Se trata de algo evidente.

Todos los responsables de los distintos grupos ven la necesidad de que el Señor transforme a nuestros jóvenes ¡y a nosotros mismos!. Los pastores de las iglesias está muy preocupados por los jóvenes, y no todos saben qué hacer. Los padres cristianos están viendo cómo sus hijos son atraídos por el mundo y aburridos por el cristianismo (a pesar de sus esfuerzos). Los mismos jóvenes tienen un anhelo profundo de realidad y propósito en sus vidas. A eso le llamamoso en Andalucía "juntarse el hambre con las ganas de comer". Y en esta ecuación no hemos tenido en cuenta a Dios, que está deseando que los jóvenes se vuelvan de corazón a Él.

¿Qué es lo que espero y sueño con ver?
.

Deseo ver a los jóvenes de distintas iglesias pasar tiempo juntos, compartir sus vidas, pasar buenos momentos juntos, buscar juntos al Señor.

Deseo ver a los jóvenes entregar sus vidas uno a uno al Señor, y volverse discípulos que dan su espalda al mundo y se vuelven pescadores de hombres.

Deseo ver personas dedicadas a cuidar de los jóvenes, a pastorearlos.

Deseo ver grupos pequeños y grandes donde son discipulados, donde comparten, hablan y discuten, crecen. Deseo verles servir al Señor, compartir el evangelio por las calles, en cafés y hamburgueserías, en plazas, en parques, en cibercafés, en conciertos.

Deseo ver cómo se enamoran entre ellos y deciden, juntos, poner sus vidas en el altar.

Deseo verles tomar responsabilidades y usar sus dones de forma creativa, atreverse a hacer lo que nadie haya hecho hasta ahora y ser capaces de vivir y comunicar el evangelio en un lenguaje que las jóvenes de hoy comprenden.

Quiero que el cristianismo que ellos vivan tenga como centro al mismo Cristo, aunque no se parezca en nada en las formas al cristianismo de sus padres.

Quiero que sean atrevidos por amor de Jesús, que conciban ideas locas, generosas e intrépidas para llevar a Cristo a cada triste rincón de este mundo. Y si tienen que consumirse en el altar de la consagración y del amor a Cristo Jesús que lo hagan con gozo, diciendo: "esta es la vida que siempre quise vivir, y si tuviera que vivirla otra vez, no haría otra cosa sino esta, vivir para mi precioso Salvador".

Decidme, ¿no es verdad que estoy loco?, ¿y vosotros, estáis también llenos con esa bendita locura del amor de Jesús?.

[Por cierto, quiero dedicar el post de hoy a Nicole, una jovencita de mi iglesia que ama mucho al Señor, y a la que el Señor ama aún más. Hoy el médico le ha dado una buena noticia: está sana como un roble. Y yo me alegro por ella y por toda su familia, que es como si fuera la mía propia. Un fuerte abrazo, querida Nicole]

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