El acto de presentación al Señor de un niño es una buena costumbre que tenemos muchas iglesias evangélicas, consiste en algo muy sencillo: orar por los niños, por los padres, y por la iglesia, para que seamos capaces de dar un buen testimonio.
En este caso hemos “presentado” al Señor a Lizbeth, orando y dando gracias por ella y por su madre Dayana, deseamos de todo corazón que el Señor bendiga a ambas y que Lizbeth un día no sólo llegue a amar a Jesucristo sino que le sirva de todo corazón.Diario personal de Julio Martínez, autor de la página estudios-biblicos.org, así como del podcast Jesús en internet.
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