jueves, septiembre 13, 2007

"¡Señor, pero si yo de Tí no tengo ninguna queja!"

Todo lo que veo y oigo me invita a reflexionar. Antes de terminar el curso estaba emocionalmente agotado y por lo tanto creo que mis reflexiones eran un poco negativas. Ahora estoy descansado y repuesto, pero mis conclusiones no se diferencian demasiado, las cosas que suceden a mi alrededor y en las que el Señor me ha implicado me hablan continuamente.

-Una familia está teniendo algunas dificultades, básicamente problemas de iglesia, no entraré en detalles. Un miembro de esa numerosa familia me dice: "Yo a veces le digo al Señor, Señor, pero si yo de Tí no tengo ninguna queja, al contrario, estoy encantada contigo!". Cierto. Las personas tienden a decepcionarnos, incluso nosotros nos decepcionamos a nosotros mismos.
Qué maravilloso es cuando las cosas son sencillas y la iglesia es una familia de amor. Eso nos lleva a la siguiente historia.

-Una familia de amigos cristianos nuestros han partido para Chiapas, en México, en un viaje de ayuda a la iglesia perseguida, auspiciado por Puertas Abiertas. Es un viaje peligroso, además de económicamente oneroso, especialmente para una familia trabajadora de varios hijos. Antes de partir, la semana antes recibieron continuas muestras de cariño de su iglesia local. Hermana mayores que les llamaban por teléfono para despedirse de ellos y mostrarle cariño.
Cuando las iglesias funcionan bien, qué cosa tan preciosa es.

-Domingo por la mañana en una iglesia de España. Uno de los ancianos (sí, se trata de una asamblea de hermanos) se levanta y lee un texto en Gálatas que habla de RESTAURAR con espíritu de mansedumbre, de las caídas. A continuación una hermana jóven de la iglesia sube al púlpito y muestra su dolor y su arrepentimiento sincero: ha quedado embarazada de una relación que no le convenía que Dios no aprobaba. Nada más terminar la reunión toda la iglesia se acerca a ella, llora con ella, le muestra su amor. La imágen no puede ser más preciosa, lo sé porque yo estaba allí.
Que gloria es cuando la iglesia local es sencilla en su devoción a Cristo, sin religión, sólo con Cristo en su centro.

-En estos años muchos están prosperando, algunos prosperan en el ministerio, y aunque siempre me he manifestado a favor de que nuestros pastores y obreros a tiempo completo reciban su salario en base a su durísimo trabajo, algunos han sido atraídos, no por el ministerio, sino por el prestigio del ministerio (y algunos por el sostenimiento). Muchos corren detrás de la fama, y he visto ya caer a unos cuantos, muy muy cerca de mí (de hecho amigos míos), adulterios, divorcios, alejamiento de la iglesia, y hablo de pastores, de personas en el ministerio.
Una hermana me decía: "No aspiro a la fama y el reconocimiento entre las iglesias, cuando me entero de esas cosas de lo que me dan ganas es de servir al Señor en mi iglesita, en silencio y fielmente".
Y yo oro, que el Señor tenga misericordia de nosotros, pero especialmente de mí, que (creo que) conozco mi corazón y sé que es capaz de lo peor, "Señor, si Tu Gracia no me sostiene no aguanto ni un sólo día firme, que nunca me aparte del amparo de Tu presencia".

La vida cristiana no es tan complicada, es sencilla, muy sencilla, tú, el Señor, en lo oculto, en la intimidad de tu habitación, en el secreto de tus pensamientos, con el corazón abierto, desnudo ante Él, sin esas máscaras que nos ponemos delante de otros. Un cristianismo sencillo, nada más.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi hermanito Julio ,paciencia y fe en el Señor,es lo único que nos hace falta.
Yo ahora estoy malita ,tengo fibromialgia,ysoporto grandes dolores,en breve me tengo que ir a mi pueblo solita con la ayuda de Dios y nada mas por que en el pueblo no hay nada ni tienda,ni tengo carnet ni me podre desplazar, pero Dios mi padre me prometio no abandonarme nunca y creo en su promesa.Predicare su palabra a todo quien se me acerque.Amen

Jaaziel dijo...

Así es mi hermano,
Necesitamos de su Gracia día a día sin la que no podemos ni sostenernos en pie.
Un abrazo

Converso dijo...

Hermana anónima, que el Señor te dé fuerzas y recupere tu salud, porque veo que ánimo no te falta, un fraternal saludo,

Anónimo dijo...

"Señor, pero si yo de Tí no tengo ninguna queja!"
Y el Señor, ¿cuántas quejas tendrá de nosotros?

Carlos Julio dijo...

Saludos hermano.

¡Qué buenas historias nos has comentado! Si así fueran la mayoría de iglesias cristianas, no hablaríamos de etiquetas o denominaciones.

Ese es justamente el amor de unos a otros que debemos practicar.

Enhorabuena.

Bendiciones desde Ecuador

Carlos Julio

Converso dijo...

Carlos Julio, hermano "medio tocayo" (nos llamamos igual, en parte)

la vida de iglesia, con sus luces y sus sombras es maravillosa en su belleza y riqueza, las historias de cada uno de sus miembros son historias del amor Redentor y de una fe real que es contínuamente puesta a prueba.
Que el Señor me ayude a ver las cosas sencillas, sobre todo en la intención de mi corazón y en mi devoción a Él.

Un abrazo hermano, y gracias por compartir

Anónimo dijo...

En estos tiempos es muy facil dejarse llevar por la "escandalizacion" de lo que sucede a hermanos a nuestro alrededor, que caen. Cierta y sinceramente nos convertimos en jueces y reprobamos lo que sucede en otras vidas, creyendo estar por encima...en otro nivel de un "cristianismo superior". Cuanta falta nos hace comprender que no somos lo que creemos a veces (de perfectos) y pedir perdon a Dios por confiar en nuestras "fuerzas".

Me viene a la mente y escucho ahora la musica de Rene Gonzalez, en el disco "Nada es imposible", donde en la cancion "Mi Iglesia" dice:
"yo quiero una iglesia
que sane al herido
que rompa cadenas
liberte al cautivo
que aclare la mente
al que esta confundido
y que hable verdad
yo quiero una iglesia
que con su mirada,
brinde esperanza al alma angustiada
yo quiero una iglesia
que sane la herida
de esta humanidad...
[...]
donde esta la iglesia
que fue perdonada
y que fue librada del castigo atroz
aquella que al ver si alguno
ha caido, le tiende la mano
y perdona su error"

Para reflexionar detenidamente.

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